“Los deportistas están decepcionados”, comentaba a este diario Luis Villanueva, director deportivo de la Federación Española de Natación (RFEN) nada más conocer de manera oficial que el Mundial de Fukuoka se trasladaría a julio de 2023. Su grito fue uno más de la natación internacional, junto a waterpolo y sincronizada los deportes estrella de su programa, que han expresado su malestar ya que desde 2019 en Gwangju, y a causa de la pandemia, no se ha celebrado otro gran acontecimiento. Su protesta ha surtido efecto.