Alberto Salazar no podrá volver a entrenar nunca más
Los recursos interpuestos por el preparador estadounidense de origen cubano contra la decisión, tras ser acusado de abusos sexuales, han sido desestimados.
El famoso entrenador estadounidense de atletismo Alberto Salazar ha sido definitivamente vetado de por vida para el ejercicio de la profesión, tras desestimarse los recursos de arbitraje interpuestos por él cuando en julio fue declarado culpable de abuso sexual.
En declaraciones al diario New York Times, que hoy revela los detalles del arbitraje realizado durante los pasados meses y que le han resultado negativos, Salazar, de origen cubano, sigue negando los hechos. "Jamás cometí ningún tipo de comportamiento sexual inapropiado (...); me repugna personalmente todo actividad sexual inapropiada y va contra todo lo que yo creo", dijo Salazar, de 63 años, en un correo al diario.
Salazar, que ya arrastraba otra sanción por un caso de dopaje (el Tribunal de Arbitraje Deportivo, TAS, confirmó el pasado septiembre una suspensión por cuatro años pronunciada en 2019), fue declarado el pasado julio "excluido de por vida" por el Centro Estadounidense para el Deporte Seguro, una organización privada sin ánimo de lucro dedicada en exclusiva a investigar abusos sexuales en el deporte. Aquel fallo fue recurrido por Salazar, pero el órgano de arbitraje dio crédito a las acusaciones concretas de un atleta que aseguró que el entrenador lo penetró en dos ocasiones con sus dedos aprovechando las sesiones de masaje.
El diario dice que el caso de Salazar se ha convertido en el de mayor notoriedad de los investigados por el centro, dado el prestigio que el entrenador tuvo al frente del equipo que la empresa de ropa deportiva Nike fundó en Oregón, en la que se formaron algunos de los mejores atletas del país.
Nike apoyó a Salazar en sus primeros desencuentros por casos de dopaje, pero más tarde retiró su nombre de uno de los edificios del complejo deportivo para los atletas en Oregón; sin embargo, el diario precisa que sus acusaciones nunca han tenido hasta el momento recorrido penal. Además de los casos de abuso sexual y dopaje, Salazar fue señalado en varias ocasiones por casos de acoso o maltrato psicológico a atletas que él consideraba subidos de peso, y él mismo admitió más tarde haber hecho "comentarios insensibles".
Ganador de tres maratones en Nueva York y uno en Boston, Salazar se reconvirtió en el mundo del entrenamiento antes de los treinta, convirtiéndose en una celebridad nacional, antes de que los casos por dopaje, abusos y ahora asalto sexual hayan acabado con su carrera definitivamente.