¿Quién era Kawa Leauma? El último guerrero oceánico de los Leones
Nacido en Nueva Zelanda, con sangre samoana, recaló en Ordizia en 2018. Poderoso segunda línea, 1,97 y 110 kilos, ya cumplía los requisitos para jugar en el XV del León.
Nació hace 32 años en Auckland, la capital de la 'gran nube blanca', como los maoríes, con los que tenía lazos por su sangre samoana, gustan de llamar a Nueva Zelanda. Y perdió la vida este martes en un hospital neerlandés tras caerse desde un edificio de la zona de Leiden el sábado. Nadie merece un final así, pero menos Kawa Leauma, un hombre que tenía toda la vida por delante y que estaba muy cerca de debutar oficialmente con la Selección de España, el país por el que apostó para relanzar su carrera en 2018.Era el último guerrero oceánico reclutado para los Leones, siguiendo la estela de otros internacionales nacidos en esas latitudes como KaloKalo Gavidi o Afa Tauli.
Segunda línea de talla imponente, 1,97 y 110 kilos, Leauma pasó por varios equipos neozelandeses del Campeonato Provincial, en el que se forjan los talentos que luego acaban enfundándose la camiseta de los All Blacks. Estuvo en Auckland Union, Manuaku Rovers, Mt Wellington y Papatoetoe. Después recaló en los Sydney Rays australianos, otro equipo de categoría regional en el que llegó a compartir entrenamientos con Michael Hooper o el defenestrado Israel Folau, por entonces dos de las grandes figuras de los Wallabies. A nivel internacional su doble nacionalidad le permitió disputar partidos con varias categorías de la selección de Samoa.
A Australia le llegaron ofertas desde Europa. Entre ellas la del AMPO Ordizia, uno de los clubes más potentes de la División de Honor, fuente importante de talento para los Leones (su capitán, Fernando López, jugó muchos años allí). La estructura guipuzcoana se fijó en su poderío en touch y melé y su potencial físico para causar estragos a campo abierto y en los rucks.
El mismo que le había visto ya Santi Santos para reforzar a la Selección. Kawa iba a debutar en partido oficial el pasado sábado en el Seis Naciones B, en lo que acabó siendo una contundente victoria española. Ya cumplía con los parámetros de residencia continuada que establece World Rugby para nacionalizar un jugador cuando no hay lazos familiares con el país que le 'ficha'. Pero a última hora surgieron dudas acerca de su elegibilidad y se le dejó fuera de la convocatoria. Aún así acudió a hacer piña al local de Leiden en el que se improvisó un pequeño tercer tiempo. Y allí, por desgracia para su familia, amigos y todo el rugby español, encontró la muerte.