Paula Arcos: "Noruega también debe sentirse preocupada"
Paula Arcos no ha cumplido los 20 años, es la benjamina de las Guerreras, ya ha jugado unos Juegos Olímpicos y ahora unas semifinales mundialistas.
Es la única Guerrera que ha nacido en el siglo XXI, porque Paula Arcos cumplirá 20 años el 21 de diciembre, un día que será feliz para ella porque en este Mundial cumple su segundo gran torneo del año tras disputar los Juegos Olímpicos. En total suma 17 partidos internacionales (7 en el Mundial) y 25 goles (12 en el campeonato). Nacida en Petrer (Alicante), dejó su casa para enrolarse en el Mecalia Guardés gallego, donde su entrenador es precisamente el alicantino José Ignacio Prades.
¿Cómo se lleva el ser la benjamina en un equipo que va a disputar su segunda semifinal consecutiva en un Mundial?
No se mira la edad. No es algo que se tenga en cuenta (aunque Silvia Navarro asegura que la impresiona el nivel de las jóvenes). Soy una más.
Está en las puertas de medirse con Noruega, una selección que es el referente del balonmano femenino en los últimos años. ¿Le quita el sueño?
Cuando llegas a este nivel, a una semifinal de un Mundial, el rival que te toque tiene que ser de alta calidad. Claro que genera dudas, pero lo que tengo por seguro es que Noruega también debe sentirse preocupada por enfrentarse con España.
¿En qué se fundamenta para asegurarlo?
Porque estamos jugando bien, porque nuestra defensa está siendo efectiva, porque somos el equipo anfitrión y con el público arropándonos somos peligrosas. Y, además, porque todas las jugadoras de la Selección aportan.
Tengo la sensación de que jugadoras como usted y como Carmen Campos llegan revalorizadas a esta semifinal tras el partido ante Alemania.
Comentábamos en el banquillo que no estábamos atacando con la suficiente agresividad, por eso cuando entramos en la pista apostamos por jugar con más descaro en ataque. Es lo bueno de esta Selección, que hay relevos para todas las opciones.
¿Con su estatura (1,68 metros) cómo se puede rendir a tan alto nivel en los tres puestos de la primera línea?
En mi club alterno la posición de central con la de lateral izquierdo, y en la Selección me piden más cosas. Pues lo que me manden. Lo tengo entrenado y estoy preparada para lo que toque.
Físicamente la primera línea de Noruega no es más grande y poderosa que la española.
De las grandes selecciones creo que es la que más se parece por centímetros a España. Tiene mucha velocidad, muy buenos desplazamientos, mucha intensidad.
Frente a eso, ¿que pueden oponer las Guerreras, qué opciones tienen para rebajar la aportación escandinava?
Hasta ahora hemos mostrado una buena defensa, móvil, intensa y agresiva, que nos permite recuperar balones, o forzar tiros a las rivales. Estamos ayudando a nuestras porteras que están teniendo una gran aportación. Esa es nuestra seña de identidad, el esfuerzo y la colaboración de todas siendo generosas en el esfuerzo. No escatimamos nada cuando saltamos a la pista, a darlo todo. Y además tenemos el apoyo del público, y esa es una ayuda que no tiene precio cuando te alienta.
¿Se ve usted como campeona aquí en Granollers? ¿Lo ha soñado?
Me veo intentando ganar a Noruega, peleando por meternos en una final ante unas jugadoras que son leyendas. Y disfrutando de poder tener la oportunidad de disputar un partido de este nivel.
¿Qué hace una alicantina como usted, del Mediterráneo, en una de las esquinas de España pero en el Atlántico?
Cuando decidí salir de casa fue porque quería mejorar en el balonmano, y aunque tenías varias ofertas la del Guardés era la más insistente. Y allí estoy bien, aprendiendo.