Yulimar Rojas (Caracas, 26 años) ganó el oro en triple en los Juegos con un récord mundial. Ana Peleteiro fue bronce. Será el Momento Olímpico de los Premios AS.
Yulimar Rojas (Caracas, 26 años) es la atleta más dominadora del mundo. Vuela en triple salto hasta donde nunca lo hizo antes una mujer. En los Juegos de Tokio llegó su explosión. Oro olímpico y un nuevo récord mundial: 15.67. Borró por 17 centímetros el anterior de Kravets, de 1995. En primera línea vio el salto Ana Peleteiro, bronce. Ambas se abrazaron eufóricas, entrenan juntas en Guadalajara. Protagonizan el 'Momento Olímpico' de los Premios AS.
-¿Cómo recuerda esa final olímpica de triple salto en Tokio? ¡Vaya momentazo, oro y récord mundial!
-Pues muy agradable. Siempre viene a la mente. Cuando tengo un tiempito lo veo por televisión y lo recuerdo. La tendré en mi mente para siempre. Fue un momento único. Me enorgullece mucho ser la campeona olímpica. Fue todo perfecto. Con el récord en el último salto, con la vibra de toda mi gente a mi alrededor. Más allá de eso, fue muy importante la preparación con mi entrenador Iván Pedroso, toda la temporada fui muy regular, por encima de los 15 metros... Esta fue la culminación.
-Recibirá el premio AS 'Momento Olímpico' por su abrazo con Ana Peleteiro, bronce en aquella final y compañera de entrenamientos en Guadalajara.
-Creo que ambas demostramos al mundo que se puede trabajar en equipo para lograr grandes resultados. Y dejamos el nombre del Team Pedroso en alto. Sabía que Ana podía llegar lejos y conseguir esa medalla, algo que no todo el mundo veía tan claro, pero ella lo mostró con firmeza. El abrazo, el cariño mostrado, fue algo espontáneo. Y luego, las ganas que teníamos para que yo hiciera ese récord creo que era de todos y todas las que estábamos allí. Estoy muy agradecida a AS por este premio, es un medio que siempre apostó firme por mí y ya me dio un galardón en 2018.
-Usted afirma que tiene un 'don'. Le brota el talento.
-Yo siempre supe que nací para hacer deporte y que esta era la plataforma para aprovechar el potencial que tenía en mi vida. Trato de enfocarme mi don en el triple salto, y tengo claro que queda mucho que dar. Hay que seguir cuidándonos y mirar hacia adelante, con todas las ganas del mundo. Todo llega para el que sabe esperar.
-¿Cómo ha sido esa ruta hacia la cima, desde que llegó usted a Guadalajara en 2015 hasta ahora?
-Hay un poco de todo. Hay cosas que te hacen volver a tu camino, momentos buenos y no muy buenos. Me tiene muy contenta sobrepasar esas barreras que se interpusieron en mi vida. Eso te hace madurar y crecer. Sé que todo no van a ser flores y pétalos... Siempre hay ventajas y desventajas, y hay que saber clasificarlas para saber lo que te impulsa hacia adelante. Todo forma parte de un crecimiento y yo soy muy positiva, llena de entusiasmo con las cosas y trato de contagiárselo a la gente de mi alrededor.
"Ana Peleteiro y yo demostramos al mundo cómo se puede trabajar en equipo"
Yulimar Rojas
-Eso dicen en Guadalajara, que llega a la pista de la Fuente de la Niña de Guadalajara con su altavoz, su música, su alegría...
-Yo creo que la clave de todo mi éxito como tal, se basa en la felicidad, en llevar las cosas de buena manera, positivamente. Desde que era pequeña siempre fui una niña risueña y muy contenta. Siempre tuve esa alegría y me gusta que a mi alrededor la gente note esa vibra.
-Y esa alegría la lleva a la pista de atletismo.
-Es algo natural, que me sale solo, en cualquier competición. Da igual que sea un evento pequeño o en la final de los Juegos Olímpicos. Es mi manera de ser, expresiva y que implica a los demás. Los que me conocen saben que soy así, que Yulimar Rojas es la persona más feliz del mundo. Es la forma en la que quiero dejar una huella en el mundo, tratando de ser la misma persona, con mi carácter.
-En todo el camino del que habla, también ha sufrido una transformación a nivel deportivo: de técnica, de velocidad...
-Todo es un proceso. Nada está hecho de la noche a la mañana y más en un deporte como el atletismo, que es de muchos años para madurar. Siento que ha sido el fruto del trabajo de mucha gente que ha empujado detrás de mí, afinando para que haya alcanzado el máximo nivel. Siempre in crescendo. Cada día mejorando, puliendo las fases de cada vuelo, sacar los saltos cada vez más técnicos... Ahora da gusto verme saltar, antes era más complicado, porque mis saltos es cierto que tenían más defectos. Y todavía quedan cosas por pulir, de cara al futuro y ser mejor saltadora.
-Eso le iba a preguntar. ¿Qué piensa de cara el futuro?
-Una vez que batí el récord mundial (15,50 de Inessa Kravets hecho en 1995) con mis 15,67 de Tokio, ahora lo que me quita el sueño son los 16 metros. Es una marca mágica.
-¿Ya están más cerca los 16 que los 15?
-Es la meta que tengo fijada, es una marca bastante grande, pero yo creo que estoy hecha para ello. Es mi gran anhelo. Para mí los 16 metros sería lo más top del deporte, no sólo del atletismo. Decir, ¿puede hacer eso una mujer? La mujer puede lograr todo y yo quiero ser un ejemplo de ello, servir de inspiración. Que mi nombre se inscriba en el libro de la vida y abrir camino a todas las que vengan después en el futuro.
-Este 2021 sólo hizo un concurso de longitud, pero dio la sensación de que puede atacar el récord mundial esta disciplina (7,52, de la soviética Chistiakova en 1988). ¿Es factible?
-Sí. El triple es mi modalidad favorita, pero el salto de longitud me gusta mucho, es especial y sé que me llevo muy bien con él. Este año di un vuelco total, en la final de la liga española con mi equipo, el Barcelona, con un salto de 7,27, con algo de viento a favor también es cierto. Pero se nota una estabilidad en los 7 metros en el salto largo, que es como lo llamamos en Venezuela. No es un evento que entrene como tal, a veces hice alguna sesión con pocos pasos, pero nada especial. Así que el año que viene es importante y creo que puedo mejorar por ese lado. Sé que puedo saltar mucho más.
"La clave de todo mi éxito se basa en la felicidad"
-Se quedó con la espina de hacer triple y longitud en los Juegos, este 2022 hay Mundiales al aire libre en Oregón. ¿Quiere doblar?
-Está en mis pensamientos, es una de mis metas de este año hacer esas dos pruebas en Oregón, es algo que no he hecho nunca en un gran campeonato. Así que vamos a prepararnos para ello a ver qué sucede.
-¿La veremos en los Mundiales de pista cubierta en Belgrado, en invierno?
-Estoy empezando a entrenar ahorita, veremos cómo evolucionan los entrenamientos y me voy sintiendo.
-Cuando ganó el oro en Tokio, habló del 'ranchito' de Anzoategui en Venezuela en el que creció...
-La base de todo es mantener la sencillez y las raíces para saber a dónde vas. Me siento feliz de donde nací y me críe. Y estoy orgullosa de decirle al mundo que viniendo de un sitio de escasos recursos, con pocas facilidades, todo se puede lograr cuando tienes ganas y el empuje de querer lograr tus sueños.
-¿Le ha cambiado mucho la vida el oro olímpico?
-Sí, la verdad es que sí. Ahora veo que muchas más personas me siguen y se identifican más conmigo. Eso es lo que más me llena de la vida, el disfrute del trabajo que has hecho. Hay mucho esfuerzo en lo que hago y es bonito recibir tantísimo cariño por todas partes.
-Una promesa para el futuro.
-Seguir construyendo mi legado, con más medallas, récords y transmitir mi alegría por todo los sitios.