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BALONMANO | MUNDIAL FEMENINO

La defensa de las Guerreras convierte en vulgar a Argentina

España debuta con un triunfo necesario gracias a su actividad en la segunda parte, en la que sólo encajó tres tantos, uno de ellos de penalti.

La defensa de las Guerreras convierte en vulgar a Argentina
Manuel LorenzoEFE

Existe un debate cíclico entre entrenadores y aficionados sobre qué es mejor, si hubiese que elegir, la defensa o el ataque. Los entrenadores sostienen que la defensa (los aficionados destacan más a los goleadores), y parece que a España eso le ha ido bien en el debut del Mundial, porque ganó cómodamente (29-13) tras sufrir en la primera parte (11-10). Pero si sólo encajas tres goles en 30 minutos es seguro que en el balonmano actual no vas a sufrir.

La actividad del 5-1 español apagó las ideas de Argentina. No encontró la fórmula de conseguir una circulación aceptable, y si en la primera parte se había mantenido agarrada a España como una lapa, siempre a tiro de piedra, en la segunda se hundió sin remisión.

Es cierto también que en la primetra mitad la portería española aportó poco, pero cuando las compañeras mejoraron y no dejaron vendida a Silvia Navarro, todo funcionó: ya había parado un penalti en la primera mitad, luego de agigantó y hasta marcó un gol; y en otro, con pase a Maitane Etxeberria, levantó el Pabellón: fue de esos goles de contragolpe que nadie sabe cómo el balón puede llegar a un punto preciso donde la extremo de manera inopinada y estirándose caza el cuero para empotrarlo en la red con un movimiento.

Lo que ocurrió en la primera mitad siempre se explica con los nervios del debut, aunque España tenía más argumentos de justificación: dar con la tecla en el 6-0 con nuevas parejas por ausencia definitiva de Lara González. Prades combinó varias alternativas, con Eli Cesáreo (dos exclusiones antes del minuto 35), Kaba Gassama (superior), Ainhoa Hernández e Irene Espínola, y a la postre lo que le sirvió fue ese 5-1 con mucha presión sobre las lìneas de pase de todo el grupo.

Se trata de una victoria coral, necesaria e imprescindible para mantener la moral alta pese a los reveses de las lesiones. Silvia Navarro se llevó el premio a la mejor del partido (¿los guardará todos en casa o los repartirá entre los familiares por falta de espacio?) pero la realidad es que con mayor o menor acierto se rayó a un buen nivel ofreciendo un argumento más a los que abogan por la defensa, que si se ejecuta con éxito permite tantos goles fáciles que mejora el ataque.