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BOXEO

Teófimo López se la pega ante un gran George Kambosos

George Kambosos se convirtió en el nuevo rey del peso ligero al vencer por decisión unánime a Teófimo López en Nueva York. El australiano fue más inteligente.

Kambosos golpea a Teófimo López.
Matchroom

Teófimo López y su padre se han ganado enemigos en el último año. Tras la victoria del púgil sobre Lomachenko en octubre de 2020, ambos empezaron a hablar más de la cuenta. Los últimos retrasos de su primera defensa, ante George Kambosos, les hizo sobrepasar algunos límites (Teófimo Sr. se enzarzó a golpes contra el padre del australiano durante los entrenos públicos). Todo ese clima que generaron provocó que López saliese al Teatro del Madison Square Garden pasado de revoluciones. Creía que iba a salir, noquear, cobrar e irse para casa... y se equivocó. Las cábalas provocaron frustración al no cumplirse los planes y eso hizo que al boxeador se le viesen las costuras. López se dejó, por decisión dividida (115-111, 113-114 115-112), las coronas WBA, IBF y WBO (el WBC Franquicia no se puede exponer, aunque el australiano acabó luciéndolo) del ligero. Merecido.

Teófimo salió con todo a por el KO. Kambosos desde el primer momento supo contemporizar. Aguantó el empuje y al final del primer round dio un golpe sobre la mesa. Con un crochet sentó al campeón. "Calma", le pedía López Sr. en la esquina a su hijo. No lo tuvo y en el segundo round sucedió lo mismo. Iba demasiado revolucionado y cuando el australiano se plantaba a cruzar golpes... había mucho peligro. Desde el cuarto round Teófimo bajo un poco el ritmo, pero en la esquina más allá de la testiculina no se veía un plan b. Esa falta de ideas benefició al aspirante, quien tenía muy claro su plan.

Kambosos se movió a la perfección y aprovechó cuando López entraba para conectar manos clarísimas. Le llegaba alguna, pero él era mejor. Tácticamente le estaba dando un repaso y los rounds centrales fueron para el australiano. Amarró la pelea a base de inteligencia, mesura y precisión. En el octavo, que llevaba ganado, se puso a cruzar, quizá debido al cansancio (López trabajó bien abajo), y por ahí se vieron las opciones de Teófimo. Con un 41% de acierto, el campeón tenía que intentar conectar y que su pegada fuese determinante. En el noveno, el de Brooklyn impactó de nuevo con contundencia y el australiano notó el poder. Quedaban nueve minutos para que el pleito se decidiese.

El combate había tornado con claridad y el KO para el campeón empezaba a ganar enteros. Esa vía se intensificó en el décimo. Con dos derechas, López envió al australiano al suelo. Quedaba un mundo y le llegaron muchos golpes, pero resistió. Gran aguante de Kambosos, quien veía como se le podía escapar todo el trabajo realizado. Fue todo un espejismo. La dureza del pleito pasó factura a ambos. Kambosos logró sacar el segundo aire y llevarse los asaltos de campeonato para ganar. Había sido mejor y lo merecía. Mientras lo festejaba, Teófimo se ganó la pitada de su propio público. "He ganado diez asaltos", le espetó al nuevo campeón, quien le reclamó respeto. Otra más para la cuenta de López, quien debió agachar la cabeza e irse. Fue peor y ahora le toca trabajar en silencio. Le vendrá bien.

Fulton unifica ante Figueroa en una lucha muy cerrada

Fulton lanza un golpe a Figueroa durante su combate.
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Fulton lanza un golpe a Figueroa durante su combate.Showtime

El fin de semana fue de guerras. Minutos después de que terminase el Kambosos vs Teófimo arrancó el otro gran combate del día. En Las Vegas se citaron Brandon Figueroa y Stephen Fulton para unificar los Mundiales WBC y WBO del peso supergallo. Ambos salieron con pantalones con los colores de la bandera de México... y eso fue un presagio de la batalla que iban a ofrecer. No tardaron ni un segundo en juntar sus cabezas y ahí iniciar una guerra sin cuartel. Fulton fue muy preciso y Figueroa siempre apretó con ritmo y presión para intentar meter contra las cuerdas a su oponente (37-30% para Fulton en porcentajes y 314-226 para Figueroa en golpes conectados). Sabía Brandon de la potencia de sus manos (llegaba con un 73,9% de victorias por KO) y lo quiso aprovechar. Con dos cualidades complementarias para un gran combate vimos una pelea tan cerrada que solo había dos opciones posibles. Uno podía sucumbir ante los golpes del otro o los jueces tendrían un difícil brete para decantarse por uno de ellos. Sucedió lo segundo y las cartulinas dieron el triunfo, y los cinturones, por decisión mayoritaria (114-114, 116-112 y 116-112) a Fulton.