Granollers reina con un partido redondo en la locura ademarista
El Fraikin Granollers se llevó con rotundidad una victoria (32-41) que no esperaba tan contundente pero donde, encontró muchas facilidades en el Ademar.
El Fraikin Granollers se llevó con rotundidad una victoria (32-41) que no esperaba tan contundente pero donde, además de ofrecer un juego muy sólido en todas las facetas, también encontró muchas facilidades en un Ademar impotente que, ya no solo se aleja del objetivo europeo, sino que incluso empieza a coquetear con el peligro. Después de unos primeros minutos de igualdad, aunque Manolo Cadenas antes del minuto 3 ya pidiera su primer tiempo muerto, progresivamente Ademar entró en desquiciamiento colectivo ante un Granollers sólido, primero amparado en sus lanzadores, Antonio García -luego lesionado- y Álex Márquez y luego demostrando la enorme diferencia entre ambas porterías.
En plena fase de desconcierto el brasileño Rangel Luán acabó haciendo aún más herida, aprovechando una doble inferioridad local, no solo con sus intervenciones, sino anotando tres goles casi consecutivos desde portería que abrieron una brecha demoledora, 9-16, minuto 20. Ademar intentó apelar al carácter con sus canteranos Jaime Fernández y Gonzalo Pérez y buscando Cadenas mil combinaciones, ninguna con éxito en una defensa y portería -una parada- de papel que Salinas en un gran final de primera parte llevó al definitivo e inusual al descanso, 16-23.
Un arranque de rabia, también propiciado por una doble superioridad numérica le permitió minimizar daños de salida a los leoneses, pero enseguida Granollers recuperó la mesura y Rangel siguió a los suyo, parando y marcando; mientras en Ademar Gonzalo Pérez, nuevo internacional absoluto, también seguía demostrando su momento dulce. El partido estaba totalmente decantado del lado vallesano que exprimía como nueva opción ofensiva la combinación con el pivote Salinas para seguir manteniendo una renta cómoda (24-31) en el ecuador de la segunda mitad, siendo contestado en el lado local por el griego Liapis. Ademar parecía no rendirse de la mano del pivote heleno y obligó a Antonio Rama a solicitar tiempo muerto (28-33, minuto 50), con ello enfrió de inmediato cualquier atisbo de remontada con un 0-5 para la hacer mucha más escarnio.