Se retira Aimar, uno de los más grandes de la pelota
"Siempre he dicho que me quiero ir cuando esté dando un buen nivel. He dado a la pelota todo lo que tenía", sostiene. Se despedirá el 13 de noviembre en su pueblo de Goizueta, cuando cumple 42 años.
"Ha llegado el momento". Se retira uno de los mejores pelotaris de la historia. Aimar Olaizola se va habitando el Olimpo de los frontones. Sus 26 finales y 14 txapelas le ponen en vanguardia de los más grandes, en segunda posición, por detrás de Retegi (20 trofeos) pero tampoco muy lejos. Irujo tiene en sus vitrinas 13. El mito Retegi lo dejó con 47 años y Titín, con 45. Antes no se jugaban tres grandes y es difícil comparar épocas. Aimar hace 42 años en noviembre y tiene en su casa el tesoro de 4 entorchados del Manomanista, 7 del Cuatro y Medio (el récord) y 3 del Parejas, donde ha conquistado su última txapela, en 2016. Deja atrás 1.307 partidos como profesional.
"Muchos me preguntabais por el último día en el que me iba a vestir de blanco, cuándo iba a ser. Pues ahora. Tras hablar con la empresa, así lo hemos decidido", ha remarcado emocionado en la sala de prensa de Asfedebi, en Miribilla, a escasos metros de un frontón en el que ha impartido parte de su magisterio. "Nunca es fácil poner una fecha. Me parecía un momento bonito, dentro de poco juego con Zabaleta la final del Masters. Siempre he dicho que me quiero ir cuando esté dando un buen nivel, y ahora estoy jugando bastante bien", ha subrayado.
Tantos años dan para ser agradecido con mucha gente. Empezó por sus padres, que con siete años le llevaban a todos los partidos que había por Euskadi con miles de kilómetros por medio. Y le enseñaron muchos secretos del deporte que ha practicado con tanta brillantez. Por los sacrificios de sus últimos años, también se acordó de su esposa, con la que comparte cuatro hijos. "Me ha aguantado un montón de años, no es fácil estar al lado de un deportista profesional. Me he tomado todo de manera muy profesional y he dado mucha importancia a hacer cosas para ser mejor, no hemos tenido costumbres que otras parejas suelen llevar a cabo", desgranó. "Nunca se lo digo en persona y ahora quiero hacerlo públicamente", lanzó a su pareja.
Atrás quedan 23 años como profesional. Dio el salto el 12 de abril de 1998 en el Jaian Jai de Lekunberri, tras curtirse más bien poco en el campo aficionado, y agradece a Aspe la oportunidad, aunque no pasó mucho tiempo en la empresa eibartarra. "Me trataron muy bien". Desde 2000 pasó a Asegarce y ahora Baiko, "mi segunda familia". "Me han hecho sentir muy cómodo, he dado a la pelota todo lo que tenía". Fue nombrando a todos los que han ayudado en su crecimiento hasta la cúspide. Técnicos, pelotaris, el médico Iñigo Simón que tantas horas ha pasado a su lado en muchos momentos malos con molestias, la gente del pueblo de Goizueta, el entorno, los periodistas... "Es difícil nombrar uno por uno a todos. Nunca se sabe qué momento es el adecuado, no es fácil poner una fecha. La final del Masters puede ser un instante perfecto", insistió.
El director general de Baiko, José Ramón Garai, se deshizo en elogios: "Es uno de los mejores de la historia y el mejor del siglo XXI. Ha engrandecido la pelota. Un profesional las 24 horas del día, que ha cuidado los detalles. No ha regateado ni dedicación ni esfuerzo". Baiko está en conversaciones con la leyenda para buscarle un posible destino, aunque ha decidido tomarse un tiempo para pensar qué hará. Será técnico con seguridad.