Garbrandt, por la oportunidad que el coronavirus truncó

Hace más de cuatro años que Cody Garbrandt fue campeón en la UFC. Lo logró el 30 de diciembre de 2016 y desde entonces no levanta acaba de relanzar el vuelo. T.J. Dillashaw le noqueó en noviembre de 2017 y volvió a fulminarlo en agosto de 2018. Hay luchadores a los que perder el invicto afecta mucho y a él le pasó factura. En marzo de 2019 Pedro Munhoz también le noqueó. Había peleado poco, había tenido lesiones... y logró relanzar el vuelo en junio de 2020. Noqueó a Raphael Assunçao. Estaba de regreso.

El peso gallo estaba muy igualado y viendo que la oportunidad titular podría alargarse, aceptó el guante que le lanzó la UFC. Iba a ir contra Deiveson Figueiredo por el cinturón del peso mosca en el UFC 255. No pudo ser. Contrajo coronavirus y de nuevo vio cortada su progresión. Tocaba volver a ajustar el camino y lo hará este sábado. Seguirá peleando en el gallo, de momento (Figueiredo dará a la revancha a Brandon Moreno en el UFC 262 el 12 de junio). A sus 29 años (hace 30 en julio) sabe que necesita continuidad y por eso estará en el estelar del UFC Las Vegas 27 en dos días. Es el número cuatro del ranking y se enfrenta al tres. El triunfo podría darle ese combate titular que se le escapó por su enfermedad.

Por su parte, Rob Font llega en una situación muy diferente. Se presenta con una racha de tres victorias y en la última (diciembre de 2020) noqueó a Marlon Moraes. La oportunidad para él también es clara. Vencer a un excampeón le ayudaría a seguir su camino hacia el campeón. Pese a la diferencia de caminos, las apuestas están muy igualadas. Es lógico, cuando Garbrandt se mete en el octágono todo puede pasar. De las 15 peleas que ha disputado solo dos han ido a los puntos. Es un tremendo pegador (83% de victorias por KO) y siempre busca ese tipo de finalización. Font también tiene potencia en sus golpes, pero es más completo. La asimilación de golpes y el acierto será clave. Ambos quieren crecer. Solo les vale ganar.