HÍPICA | GRAN PREMIO DE SALTOS DE MADRID
El nuevo caballo de los Sergios desata el interés en Madrid
Álamo le ha costado más de un millón de euros al madridista Ramos, que salta en el Global Tour con el jinete asturiano Álvarez Moya.
Pocas veces el nombre de un caballo ha despertado por si mismo tanto interés y revuelo en el Gran Premio de Madrid, prueba anual centenaria que se disputa de viernes a domingo en el Club de Campo madrileño: el sábado, una prueba del Circuito Mundial; el domingo, la Copa del Rey. Los aficionados a los concursos de saltos ya sabían quién es Álamo, pero a los neófitos hay detalles que les depara la atención: el premio, el nuevo dueño, y el jinete que lo monta.
Álamo se estima que ha costado más de un millón de euros en plena pandemia, y que lo ha comprado en este invierno el madridista Sergio Ramos para su cuadra SR4. Y además, lo ha puesto en la manos del asturiano Sergio Álvarez Moya, quizá el más talentoso de nuestros jinetes, y que desde hace años es un incono mediático de la hípica internacional tanto para la prensa deportiva como para la prensa del corazón por sus conquistas amorosas que aquí no vienen al caso, además de ser uno de los mejores chalanes en los mercados mundiales.
No es habitual que el olímpico Álvarez Moya monte caballos que no sean suyos (tiene dos docenas en su cuadra "y siempre cinco o seis para competir"), pero el asturiano declara que "en el mundo de la hípica es habitual que un jinete monte los suyos propios, los de inversores, y los de patrocinadores", y de hecho en Madrid además de saltar con Álamo pondrá en la competición a tres caballos más con los que también presente el canario Ismael García Roque, campeón de España en 2019, y jinete de su cuadra.
¿Tan bueno es Álamo?. "No hace falta que lo diga yo, Por el caballo hablan sus resultados", responde Sergio Álvarez, que en su primera prueba como binomio se llevó el Gran Premio italiano de Gorla Minore hace menos de cuatro semanas.
Para quien no siga los concursos de saltos tal vez le convenga saber que Álamo es un caballo de once años que desde 2017 está en la pomada mundial, aunque ya había generado una tremenda expectación desde que era potro. Criado en los Países Bajos, con cuatro años empezó su mercadeo, pasando a manos mexicanas para acabar con el jinete suizo Steve Guerdat, que siguiendo los pasos de su padre es uno de los jinetes más reconocidos del mundo, y con Álamo precisamente ganador de la Final del Circuito Mundial.
Además, el Gran Premio de Madrid presenta una rivalidad doméstica de envergadura más allá de la participación de los jinetes internacionales. El madrileño Eduardo Álvarez Aznar y su caballo Rockfeller de Pleville Bois Margot, que, el pasado domingo dos de mayo se apunto el triunfo del Grand Premio CSI4 de St Tropez, se presenta para dar una batalla encarnizada al asturiano. Para los amantes de los enfrentamientos personales aquí no hay caso: los dos Álvarez mantienen una estrecha relación tanto dentro como fuera de los potreros..