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EUROPEO DE BUDAPEST

Milak, el extrarrestre de los 200 mariposa

El húngaro ganó el oro con la segunda mejor marca de la historia en una tarde en la que de nuevo brilló Hugo González con dos finales más.

Kristof Milak.
ATTILA KISBENEDEK

Era el momento más esperado de la tarde, aunque el Duna Arena de Budapest se encontrara vacío. Pero en cada asiento había el espíritu de cualquier amante de la natación dispuesto a ver a un nadador de época. Si Adam Peaty lleva la braza a otra galaxia, Kristof Milak está haciendo lo mismo en los 200 mariposa, y se quedó corto en el Europeo de Budapest. Ganó el oro con 1:51.10, la segunda mejor marca de la historia. La primera, ese récord mundial obtenido en Gwangju hace dos años, ya es suya.

El nadador húngaro salió fuerte, a tope, sin filtros, nadando por debajo de su récord mundial en el primer 50. Su compatriota Tomas Kenderesi no podía seguirle el ritmo, pero sí el talento italiano Federico Burdisso, quien finalmente fue plata (1:54.28). A los 100 metros, Milak le dio una marcha más y el italiano ya no pudo seguirlo. Le faltó el motor que le sobra al campeón mundial, que nadó solo contra el récord mundial y se quedó a cuatro décimas de conseguirlo (1:50.73). El bronce fue para Kenderesi (1:54.43).

Milak es uno de los hombres de este Europeo como también el ruso Kliment Kolesnikov, que sumó otro oro individual después del conseguiro en la primera jornada en el 50 espalda. El crecimiento del nadador de 21 años, que nadó 47.37 (récord de los Campeonatos), le lleva a tener opciones de competir ante Caeleb Dressel en los Juegos Olímpicos, sin duda un duelo titánico. Alessandro Miressi (47.45) y Andrei Minakov le acompañaron el podio (47.74).

Pero Kolesnikov es humano y se alimenta de oxígeno. Su cuerpo funciona como el de cualquier nadador, como demostró apenas 13 minutos después en las semifinales de los 100 espalda. Sin apenas tiempo para que su cuerpo elimine el lactato, el ruso se lanzó en busca de la final pero no logró coger ritmo y acabó último con una marca discreta (54.86). Una final en la que sí estará el verdadero protagonista español en Budapest, Hugo González, que con 53.14 se coló con la quinta mejor marca en la final del jueves.

Hugo González, el martes.
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Hugo González, el martes.TOBIAS SCHWARZ

El recital de Hugo y el récord de Castro

También Hugo, con más minutos de descanso que Kolesnikov, se metió también con la quinta mejor marca en la final de los 200 estilos con un tiempo de 1:58.08, su tercera mejor marca de siempre. La inteligencia con la nadó el mallorquín lo convierten en otro de los favoritos a la medalla en ambas pruebas, lo que sería añadir un nuevo éxito al bronce de la segunda jornada en los 50 espalda: "Hay que aprovechar este momento de forma. Kolesnikov tuvo menos descanso. Se me hizo fácil con la ayuda de los fisioterapeutas. Hay que ir poco a poco, pensar prueba a prueba".

La participación española no se detuvo en el nadador del Real Canoe. Carlota Torrentegui fue valiente en la semifinal de los 200 mariposa en la que fue su estreno en un campeonato internacional absoluto, aunque no pudo mejorar la marca de la mañana, su récord personal (2:14.53). A sus 18 años, era la más joven de las participantes. También se le escapó al relevo 4x200 libre el billete a Tokio pese al récord de España en los 200 libre de César Castro, que registró 1:47.13. El equipo acabó la final en sexta posición con 7:13.49.

En el resto de finales, el ucranio Mykhaylo Romanchuk se alzó con el oro en los 1.500 libre (14:39.89) por delante del campeón olímpico Gregorio Paltrinieri (14:42.91) y del también italiano Domeniko Acerenza (14:54.36). También hubo doblete de plata y bronce en los 100 braza femeninos. La victoria se la llevó la sueca Sophie Hansson (1:05.69) por delante de Arianna Castiglioni (1:06.13) y Martina Carraro (1:06.21). Para finalizar, la holandesa Kira Toussaint se colgó el oro en los 50 espalda con 27.36, seguida de la británica Kathleen Dawson (27.46) y de su compatriota Maakie De Waard (27.74).