La natación europea sale de su cueva 659 días después
Desde el Mundial de Gwangju en julio de 2019, no se habían disputado competiciones internacionales en piscina olímpica. España lleva a 27 nadadores sin Mireia.
El 28 de julio de 2019 se cerraba en la localidad coreana de Gwangju un Mundial de Natación áspero para la delegación española con la cuarta plaza de Joan Lluís Pons en los 400 estilos como mejor actuación. No lo fue tanto para la natación europea, que protagonizó récords mundiales como el de Kristof Milak en los 200 mariposa que barrió el de Michael Phelps o deparó otras victorias notorias como las de Adam Peaty o Katinka Hosszu, incluso vio la aparición de nuevos valores como el de la italiana de 14 años Benedetta Pilato que se coló en el podio de los 100 braza junto a Yuliya Efimova y Lilly King.
Pero desde que cerró ese telón al Europeo de Budapest que arranca este lunes en la burbuja del Duna Arena han transcurrido 659 días. En ellos, la natación ha vivido en una cueva, prácticamente sin competiciones en piscina olímpica por el comienzo de la pandemia en marzo de 2020. A dos meses de los Juegos Olímpicos de Tokio, no hay mejor test para los nadadores que aspiran a los podios más inciertos de los últimos años. A orillas del Danubio pueden llegar las primeras sorpresas.
España acude con 27 nadadores, la convocatoria más multitudinaria que se recuerda, pero sin su gran estrella. La abanderada Mireia Belmonte anunció hace justo cinco días que seguía renqueante de sus molestias en los hombros y que no participaría. Clasificada para Tokio en los 800 y 1.500 libre, no podrá ampliar su programa obteniendo las mínimas en el agua, aunque la dirección técnica puede ser benevolente teniendo en cuenta la historia de la badalonesa y que ya en 2019 nadó por debajo de algunas de esas marcas que se requieren.
El equipo español incluye a 13 debutantes, entre ellos nadadoras jóvenes como Carlota Torrontegui, de 18 años. Pero sin duda las difíciles opciones de medalla se sitúan en los clásicos, ya sea Joan Lluís Pons o Jessica Vall, con la solidez estos últimos meses de Hugo González, que sigue maravillando en Estados Unidos cada vez que nada. Todos ellos ya están clasificados para los Juegos de Tokio. Será difícil que algún nadador se une a la lista. César Castro, Catalina Corró y Alba Vázquez lo intentarán. España también tiene intención de lanzar relevos, una gran noticia ante la ausencia en los últimos años.
Hosszu, Peaty, Milak, Kolesnikov... Y Pellegrini
A nivel europeo, muchos de los grandes nombres en Tokio se lanzarán en el Duna Arena con una ganas locas de demostrar su mejora en época de pandemia. Katinka Hosszu, que sigue apostando con fuerza por los 200 y 400 estilos, competirá en casa. A sus 31 años ya, la ganadora de cuatro medallas olímpicas en Río 2016, desafía al paso del tiempo e intentará mantener su dominio en estas pruebas salvajes acercándose a sus mejores tiempos. También un húngaro, Kristof Milak, intentará de nuevo asaltar el récord de los 200 mariposa después de conseguir recientemente la tercera mejor marca de la historia.
Un nadador que ha empezado 2021 como un tiro es el ruso Kliment Kolesnikov, otrora rival de Hugo González en los Mundiales júniors. Dominador de la espalda, intentará conseguir el doblete en los 50 y 100 después de poseer el récord europeo del hecómetro. Adam Peaty, crítico recientemente con la postura del Comité Olímpico Internacional (COI) de no permitir que los atletas luzcan símbolos políticos o de denuncia social en Tokio, quiere repetir medalla en los 50 y 100 braza, pruebas que domina con mano firme desde 2014.