Adriana Cerezo: el taekwondo del futuro que ya gana medallas
La alcalaína Adriana Cerezo se proclamó recientemente campeona de Europa de la categoría de -49 kg con tan solo 17 años. Podría ir al Preolímpico.
España es una potencia del taekwondo, uno de los tres países junto a Corea del Sur y Rusia que ha conseguido tres plazas para Tokio vía ranking. Estas han llegado gracias al buen hacer de Raúl Martínez, Jesús Tortosa y Javier Pérez Polo, los dos últimos madrileños. La Comunidad de Madrid se ha convertido en una mina de oro para este deporte y no parece que el filón vaya a acabarse pronto.
La última irrupción es Adriana Cerezo, nacida en Alcalá de Henares hace 17 años y desde la semana pasada campeona de Europa en la categoría de -49 kilos. Cerezo, que ya se colgó en 2019 el oro continental Sub-21 con 16 años, dejó en la cuneta camino al primer cajón del podio a la británica Moore (2-0 en el desempate), a la serbia Bogdanovic (6-3), a la rusa Ryadinskaya (12-8) y a la rumana Musteata (6-4), a esta en una reñida final que remontó en los últimos 50 segundos, a los que llegó 2-3 abajo. Con su victoria, la plata de Adrián Vicente en -58 kg (otro que quema etapas rápido a sus 21 años) y el bronce de Pérez Polo en -68 kilos, tres de las ocho medallas nacionales en los campeonatos las consiguieron madrileños.
"Es un chute de motivación más para todo lo que venga", cuenta risueña Adriana. "No sé si alguien más ha conseguido una medalla a esta edad, me imagino que sí. La categoría absoluta es algo más complicada, porque hay gente que lleva ya muchos años. Pero salió bien el campeonato y nos la trajimos para casa", afirma.
Estos Europeos tendrían que haberse disputado en 2020, cuando ella aún estaba a caballo entre las júnior y las sénior, pero se aplazó y le ha pillado en su primer año con las mayores. El reto no le ha quedado nada grande a la luz de lo visto en Sofía (Bulgaria). ¿Cuál es el secreto para rendir a semejante nivel desde tan pronto? "Disfrutarlo. Me paso los días esperando que llegue el momento de entrenar y de competir", explica.
Cerezo empezó en el taekwondo "con cuatro años" y un poco a hurtadillas. Fue su abuelo quien la introdujo: "Veía con él películas de Jackie Chan y Bruce Lee y me llevó a entrenar, porque al principio mis padres no querían. De hecho hasta el examen para el primer cinturón no se enteraron. Luego me han apoyado muchísimo".
Ahora cursa segundo de bachillerato y saca "buenas notas". Lo que para muchos es una encrucijada vital ella lo compagina con el deporte de élite. "Nunca he tenido problemas. Aprovecho el tiempo libre, los aviones... Cuando vas bien en una cosa, vas bien en la otra", asegura. Es consciente de la dificultad de ganarse la vida con el taekwondo, así que ya maneja alternativas: "Vivir del deporte es el plan B, no el plan A. Me gustaría estudiar una carrera de ciencias, algo de radioquímica o biología sanitaria". Este oro no le clasifica para los Juegos, así que está "a expensas" de que la Federación decida incluirla en el Preolímpico, que tendrá lugar también en Sofía el 7 y 8 de mayo: "Ojalá me lleven y poder clasificar".