Carlos Soria: "Conozco mi cuerpo, llevo 82 años con él"

Carlos Soria Fontán (Ávila, 82 años) sigue inmerso en su reto de ser el montañero de más edad en completar los 14 ochomiles del planeta. Un objetivo que, en esta ocasión, manda un mensaje muy necesario sobre la tercera edad, tan castigada por la pandemia. Por un lado, demostrar la valía de las personas mayores, tan maltratadas durante la crisis sanitaria. Por otro, homenajear a aquellas que tanto han sufrido o han fallecido por el virus. Con ese ánimo parte al Dhaulagiri (8.167 metros), en Nepal, la cima que podría significar el 13º ochomil de su colección.

La pandemia le obligó a hacer un paréntesis en su reto de los 14 ochomiles. ¿Llegó a pensar que nunca volvería a intentar uno?

No, siempre pensé que volvería. No sabía cómo, quizá con poquísimos medios. Afortunadamente, he encontrado el apoyo necesario para poder ir en condiciones. Que, por cierto... ¡me parece un milagro el haber encontrado patrocinadores! Pero Telefónica, con la que ya había estado, y el Grupo Ignis (energética enfocada en renovables), al que llamó la atención mi mensaje, facilitan que viaje en buenas condiciones.

Será porque su mensaje y sus valores calan...

Creo que sí. Quizá sea un ejemplo de que las personas mayores podemos hacer cosas, no somos inútiles… Con la pandemia, sólo se habla de ellos por lo mal que lo están pasando o por el abandono de las residencias. También pretendía homenajear a los fallecidos. Somos gente que hemos vivido cosas muy duras, como la Guerra Civil o la posguerra… pero este virus ha hecho mucho daño.

De nuevo, al Dhaulagiri. ¿Pero cuántas veces ha querido ascenderlo? ¿No le tiene cierto odio a esa montaña?

¿Odio? ¡Para nada, si somos amigos íntimos, nos queremos mucho! Conozco esa montaña a la perfección… es la 11ª vez que voy a intentarla, espero que en esta ocasión me deje subir. Pero nunca me he enfadado con una montaña. Para mí es un sitio muy especial, he vivido muchas experiencias, buenas y malas. También perdí allí a un gran amigo, Pepe Garcés.

Las expediciones invernales han sufrido algunas tragedias...

Conocía a todos los que han fallecido en estas expediciones. Gente fortísima. Me impactó mucho la pérdida de Sergi Mingote… Un montañero tan fuerte, tan listo… en un lugar de la bajada del K2 que no es un sitio complicado. No sé qué le pudo ocurrir.

A sus 82 años, ¿no tiene miedo de que le pueda pasar algo porque su cuerpo no le responda?

No tengo miedo. Confío en mi cuerpo, lo conozco muy bien, llevo 82 años con él… En todas las expediciones que he realizado, nunca he tenido que darme la vuelta porque me fallara el físico. Siempre han sido las condiciones, que eran demasiado peligrosas.

¿Entonces ve posible completar su reto de ascender los 14 ochomiles?

Sí, si hacemos cima ahora en el Dhaulagiri, en otoño iré al último, el Shisha Pangma.