Las Leonas mantienen viva la llama del Mundial

España ya navega viento en popa hacia el Mundial de Nueva Zelanda. Más de un año después de su último partido oficial, las Leonas reaparecieron en el Pedro Escartín de Guadalajara, donde este sábado se deshicieron de Rusia (56-7) camino a su cuarto Campeonato de Europa seguido. Si ganan a Países Bajos el próximo día 27 reeditarán título otra vez y se ganarán el derecho a jugar un torneo a cuatro con Irlanda, Escocia e Italia por un billete a la cita mundialista del próximo julio.

Hubo susto inicial de Rusia, que no solo ha crecido a nivel masculino en los últimos años. Su programa femenino también avanza, tanto en seven como en XV. Las Osas golpearon por medio de Gromova tras un drop de Argudo. A España, sobre el papel varios cuerpos por encima de su rival, le comían los nervios y las ganas tras tantos meses de parón.

Cuando empezó a funcionar la sociedad que formaron en el centro de la línea la propia Argudo, jovencísimo talento (21 años) del Toulon francés que empieza su recorrido internacional, y Amaia Erbina las Leonas rompieron a jugar. Una secuencia de tres ensayos en trece minutos, obra de Puig, Domínguez y la otra Erbina, Lide, aplacaron a las rusas y encarrilaron la victoria.

La segunda mitad fue un mero trámite. La Selección impuso su superioridad en todas las facetas y el choque pasó a ser casi un entrenamiento con oposición. María Calvo, por partida doble; Anna Puig, para completar un triplete (faena de muchos quilates la suya y la de Mónica Castelo en la segunda línea), Brust y Cristina Blanco completaron el festín, esta última estrenando además su cuenta con el combinado nacional.

Sin nombres importantes como Patricia García, Isabel Rico, María Losada, Paula Medín o Iera Echebarría, pese a la inactividad, el bloque sigue siendo muy sólido y la nueva camada ya está a la altura competitiva necesaria. La sensación es que, aunque el camino sea complejo, hay opciones de ir al Mundial. Y las Leonas acostumbran a cumplir con las expectativas.