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MUNDIAL BALONMANO | ESPAÑA-FRANCIA

España gana un bronce ante Francia que casi sabe a oro

Los hermanos Dujsebaev toman el mando de la Selección en la despedida mundialista de un póquer único: Entrerríos, Guardiola, Morros y Sarmiento.

KHALED ELFIQIEFE

España se despide del Mundial de Egipto por la puerta grande, colgándose la medalla de bronce con claridad ante Francia por un rotundo 35-29 (16-13). Hermosa despedida de los mundiales de jugadores como Raúl Entrerríos, Viran Morros, Gedeón Guardiola o Dani Sarmiento, historia brillante del balonmano nacional. Fue una sobremesa extraordinaria porque dejar a los franceses (siempre con calidad) con la medalla de chocolate siempre supone un extra para los españoles que tanto y tantas veces han sufrido el mazo de los vecinos del norte.

En esta lucha por el bronce había dos apellidos que tenían cuentas pendientes: en 1999 España perdió el bronce en El Cairo, y estaban Talant Dujsebaev y Alberto Entrerríos, que también formaban en la derrota ante Francia en 2003, igualmente por el bronce. Raúl, hermano de Alberto, y Álex y Dani, los hijos de Talant, tenían una cuestión de familia entre manos: en su despedida (porque esta cita ha sido un epílogo impensable) el menor de los Entrerríos vengó a su hermano, mientras que Álex y Dani toman el mando de la nueva España completando un partido extraordinario atacando, creando juego, asistiendo, y en defensa para honrar a su padre que veía en partido emocionado en Kielce (Polonia). 

Álex Dujsebaev.
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Álex Dujsebaev.ANNE-CHRISTINE POUJOULATAFP

CORRALES, CLAVE

Rodrigo Corrales inició el partido en la portería, y marcó el camino de España: su aportación empujó al grupo, que tomó ventaja de cuatro tantos muy pronto, animó a quien tuviese dudas, y alegró el juego colectivo, porque con él la defensa se sentía segura. Es más, Gonzalo Pérez salió para los penaltis... ¡y soberbio también!

Francia lo intentó pero no tenía juego suficiente. España llegó al descanso sólo con tres tantos de margen, porque lo que se veía en la pista era más de lo que señalaba el marcador, y se mantuvo la diferencia, con el 5-1 y el 6-0, con un Figueras excelente en el pivote, con Aleix Gómez recordando su condición de gran extremo. Esa motivación de los nuestros le costó un dedo a Ángel Fernández, que se lanzó a un balón, que recuperó en defensa, y sufrió la luxación del meñique: ¡con España con cuatro tantos de renta!

Por todo eso, España tuvo un final tranquilo para conquistar su segunda medalla de bronce, y como desenlace colateral gracias a esta victoria ahora es Suecia la selección que más medallas suma en los Mundiales, 12 por 11 Francia, aunque las de esta sean de más valor.