La catarsis de Carolina

Tailandia y 2021. Dos elementos que están casando a la perfección para Carolina Marín. La onubense de 27 años ha comenzado el año aparcando recuerdos negativos y liberando su mente. Si la pasada semana regresaba a la senda del triunfo llevándose el Open de Tailandia, esta en el Open 1000 de Bangkok (Toyota Thailand Open) va por el mismo camino. La medalla de oro olímpica en Río 2016, triple campeona del mundo y cuatro de Europa, está de dulce y transmite una seguridad y un dominio casi inexpugnable para sus rivales. De hecho, en la burbuja de Tailandia aún no sabe lo que es perder un set.

Su última víctima ha sido la coreana An Se Young a la que la española ha derrotado en semifinales por 21-19 y 21-15 en 51 minutos. Con un juego agresivo, fruto de la enorme confianza que tiene de nuevo, Carolina demuestra que su mente, su físico ya lo había dejado claro desde su recuperación, ha superado su gravísima lesión de rodilla que le apartó de las pistas durante ocho meses. "Sólo un paso más, vamos!", escribía la jugadora andaluza minutos después de alcanzar la final en Bangkok, partido que la enfrentará de nuevo, como en la ronda final del Open de Tailandia, a la número uno del mundo, la taiwanesa Tai Tzu Ying. Un trono que Marín demuesta que tiene la firme intención de volver a ocupar.

"Estamos ya en la final, segunda consecutiva en Tailandia. Estoy muy contenta. El partido de hoy ha sido mucho mejor que cualquiera de los anteriores. Me he sentido mucho más concentrada y muy atenta a los cambios de mi rival. Ahora toca ir a por todas en la final preparando muy bien el partido y saliendo a la pista de nuevo a disfrutar. Gracias a todos por el apoyo y vamos a por ello", decía Carolina en un vídeo desde su hotel donde pasa todo el día por la normativa sanitaria de la Covid-19 y del que sale únicamente para entrenar y competir.