"Fue una vergüenza. Nunca lo vi en la historia del deporte"
Adrià Delgado, jugador internacional del CN Barcelona, explica cómo fue el escándolo en la fase de grupos de la Eurocup de waterpolo y espera que rectifiquen.
El domingo el CN Barcelona de waterpolo quedó eliminado de la fase de grupos de la LEN Eurocap después de que el delegado de la competición repitiera el encuentro entre el Tourcouing francés y el Zuglo húngaro. Ese encuentro había finalizado 6-7, pero los húngaros cometieron una supuesta alineación indebida. Al repetirlo, ambos empataron 15-15 y eliminaron así el CN Barcelona.
¿Qué ocurrió?
Llegamos a la piscina a las 9:30, cuando estaban jugando el tercer cuarto. El día anterior ya había el runrún de que podían pactar el empate a más de 12 goles, pero ya vimos que no. Y vestido de calle me pongo detrás de la portería. Escucho a mis compañeros hablar de que los árbitros expulsan a un jugador del banquillo por alineación indebida. El partido termina y ganan 7-6 los húngaros. Tengo ex compañeros en el equipo francés y hablo con ellos. Me dicen que el delegado francés está apretando para que les clasifiquen y eliminen a los húngaros por alineación indebida. Y empieza el lío.
¿Con los húngaros?
Sí. Se levantó el delegado, parecía Obélix. Un gigante de dos metros. Y fue hacía el delegado portugués de la LEN, que en aquel momento le había dado la razón a los franceses y eliminaba al equipo húngaro. También fue el entrenador y no paraba de decirle: "Esto no lo puedes hacer, no sabes quién es mi padre". Cogieron el teléfono y empezaron a llamar. Lo consiguieron. El partido se repitió. Nosotros estábamos calentando para jugar el nuestro y no salíamos de nuestro asombro.
¿Y está claro que los húngaros cometieron alineación indebida?
Nuestro portero Iñaki lo explicaba en un vídeo en las redes sociales. Hace dos semanas en Siracussa llegó un día tarde por motivos laborales. Nosotros jugamos con 11 jugadores y un portero. No pudimos tener un portero suplente ni aprovechar esa plaza para un jugador. La plaza de Iñaki quedó vacía. Los húngaros jugaron ante el equipo francés con 12 jugadores y un portero, es decir, tenían uno más. En Hungría sí se puede porque tienen un reglamento propio.
¿Y luego ustedes ganan y ellos pactan el empate para pasar y eliminarlos?
Lo vimos desde la grada y en las dos primeras partes aún compiten, pero en las dos siguientes estaban muy cansados. Ya les iba bien. Los dos últimos minutos apenas los juegan y empatan 15-15. Es la primera vez que perdemos los papeles y no me arrepiento, porque gracias a eso podemos cambiar el resultado. El delegado era portugués, me entendió muy bien. “Esto es una vergüenza, se veía venir, nunca se ha visto en la historia del deporte”. El pobre no abrió la boca. Qué culpa tenemos nosotros, además con todo lo que padecimos.
¿Qué más problemas tuvieron?
El viernes éramos ocho jugadores. Teníamos a cinco con COVID en casa, pero tres por fin dieron negativo. Llevaban 15 días en casa sin entrenar. Íbamos con juveniles a jugar, y algunos como Roger Tahull se tiraron al agua tras pasar la enfermedad y sin entrenarse. Empezamos a entrenar el 19 de agosto, diez jugadores de los 13 han pasado COVID, hemos vivido tres cuarentenas... Y con la LEN no estamos contentos.
¿Por qué?
Tienen prisa en organizarlo todo. En Italia se hizo un formato burbuja que estuvo muy bien hace dos semanas, pero la vuelta fue un caos: aeropuerto lleno, 24 horas para volver pasando por Roma y Madrid... Acabamos con cinco infectados…
¿Y qué esperan ahora?
Tengo esperanza de que la clasificación está suspendida a la espera de que el juez determine qué pasa. Los franceses no se vieron con autoridad para plantarse. Nosotros nos íbamos a plantar pero esto ha tenido repercusión. Esto pasa en Hungría, Croacia o Serbia y tiene que venir el FBI. ¿Imagínense que mandan repetir aquel Real Madrid-Cádiz por el caso Cheryshev?