Altuna III-Jaka, final entre amigos para el Manomanista más atípico
Pelea entre guipuzcoanos por primera vez en 65 años. El frontón Bizkaia albergará una gran cita sin público, algo inaudito en la historia reciente.
Los guipuzcoanos Jokin Altuna y Erik Jaka, amigos desde la infancia, serán los protagonistas el domingo (18:15 horas, ETB-1) en el Bizkaia de Bilbao de la final del Campeonato Manomanista más frío y atípico de su historia, una edición del torneo más importante de la pelota vasca celebrada sin público en los frontones y comprimido en apenas cuatro semanas de competición. La situación sanitaria derivada de la pandemia del coronavirus ha condicionado la competición cumbre de la temporada, marcada este año a nivel deportivo por las sorpresas y la aparición en los últimos peldaños del campeonato de nuevos pelotaris llamados a ocupar los primeros puestos del escalafón en próximas temporadas.
Uno de ellos es Jaka. El delantero de Lizartza, de 26 años, se ha metido en la final de manera brillante después de apear en primera ronda a Bakaikoa y posteriormente a dos claros aspirantes a la 'txapela', los vizcaínos, ambos cabezas de serie, Urrutikoetxea y Elezkano. Siete años después de su debut como profesional, el guipuzcoano alcanza así su primera final en un grande con el objetivo de dar una última campanada que le auparía al olimpo de la pelota.
Su rival, con el que además guarda una estrecha amistad, será un Altuna III que parte con la vitola de favorito. El de Amezketa, a pesar de ser más joven que Jaka -24 años- atesora ya en su palmarés un título del Manomanista y otro del Cuatro y Medio además de tres subcampeonatos en la 'jaula'. Será por lo tanto su sexta final.
El delantero inició su camino en cuartos, donde apeó a Ezkurdia, y en semifinales sufrió para derrotar al riojano Darío, la otra gran sorpresa junto a Jaka que ha deparado este Manomanista. En la elección de material celebrada el pasado jueves en el recinto de Miribilla, Altuna III apartó dos pelotas de 104,6 y 104,7 gramos mientras que Jaka dejó en el cestaño dos cueros algo más pesados, de 104,8 y 105,1 gramos. Se trata de la primera final guipuzcoana desde que Arriaran II y Soroa se disputaron la txapela de campeón en 1955, hace 65 años.