BALONMANO | EHF
El Ademar despeja las dudas de casa con exhibición europea
El Ademar apabulló a un Metalurg Skopje macedonio tremendamente castigado después de un inacabable viaje en autobús desde su país (41-32).
El Abanca Ademar despejó las dudas que le acosaban en sus últimos compromisos domésticos en los que había cedido en su pista ante rivales directos y lo hizo apabullando en Europa a un HC Metalurg Skopje macedonio tremendamente castigado después de un inacabable viaje en autobús desde su país (41-32).
La victoria leonesa, primera en la Liga Europea y que le mete de lleno en la pelea dentro de un grupo marcado por la igualdad, sirvió también para la reivindicación de algunos jugadores poco utilizados y que encontraron su espacio para demostrar el orgullo que reclamaba su técnico. Tenía claro Cadenas que debía buscar imprimir un ritmo diabólico de inicio para desarbolar a su rival condicionado en el aspecto físico y también con problemas internos por las circunstancias económicas y, tal y como había reclamado en otras citas el técnico leonés, encontró respuesta en sus jugadores.
De inicio dio oportunidades a menos habituales como Ghedbane en portería y un centro de la defensa -una de sus principales lagunas defensivas- formado por el estadounidense Donlin y Kiseelev, aunque el capitán de las Fuerzas Aéreas pronto pagó su exceso de voluntad con una roja directa a los seis minutos que además dejó maltrecho a Potic con pasado en la Liga ASOBAL.
Pero Ademar había puesto la directa desde el inicio con un 3-0 y con un ataque casi infalible desarbolaba a un Metalurg que intentaba jugar al ralentí pero no encontraba resquicios para superar a un rival enrabietado después de los últimos tropiezos ligueros y que fue doblando progresivamente en el marcador a los macedonios. La renta se fue hasta los nueve goles (19-10), mínimamente reducida al descanso (20-13) en una exhibición de efectividad ademarista inédita esta temporada y donde hubo oportunidades incluso para los jóvenes Antonio Martínez y Álex Lodos que volvía a jugar un año después.
Lejos de bajar el pistón Ademar subió la intensidad, fundamentalmente defensiva, encontrando además inesperados protagonistas en ataque como el argentino Pedro Martínez más suelto que nunca en sus lanzamientos y con la habitual eficacia de Marchán en el pivote. Así la renta se ensanchó hasta un insultante 38-24 a menos de diez minutos para la conclusión y ahí, con la pizca de orgullo que les quedaba a los macedonios y su rival que buscó acciones demasiado precipitadas permitió endulzar mínimamente el resultado final (41-32).