Davis, hora de ratificarse

Decir qué Gervonta Davis (23-0, 22 KO) es uno de los mayores talentos de la actualidad se puede considerar una obviedad. El estadounidense, que cumplirá 26 años en una semana, lo es, pero su cabeza le ha lastrado. Apadrinado por Floyd Mayweather, quien vio hechuras de gran estrella desde muy joven, el de Baltimore se proclamó campeón mundial con solo 22 años. Después hizo su primera defensa en Reino Unido, demostrando personalidad... pero acto seguido vinieron los problemas. Algunos extradeportivos y otros relacionados con el peso. Perdió el cinturón IBF en la báscula y en la siguiente pelea ganó el WBA Regular. Cuando parecía en el peso y a las puertas de los grandes combates, decidió subir al ligero en una decisión sorprendente.

También se llevó un WBA Regular en una categoría por encima, y ahora diez meses sin boxear, le llega el momento de los grandes carteles. Su velocidad, precisión y movilidad son de otro planeta, pero llega el momento de testearlo ante un hombre bregado en mil batallas, Leo Santa Cruz (37-1-1, 19 KO). El mexicano es campeón mundial en cuatro divisiones y busca la quinta este sábado y es que la pelea, que vende por sí sola más allá de cinturones, tendrá otro lío de esos que no hacen más que enredar a los aficionados menos expertos. Habrá dos cinturones en juego: el WBA del superpluma que tiene Santa Cruz y el WBA Regular (Interinato, el campeón absoluto es Teófimo López) de Davis. Es raro, pero no nuevo. En 1988, Sugar Ray Leonard venció a Donny Lalonde para proclamarse campeón mundial WBC del peso supermedio y semipesado. Curioso, pero que no deja de ser un detalle en medio de una gran pelea.

El combate vende y lo hace tanto que la promotora que lo organiza, Premier Boxing, no dudó en mover una semana el evento. Con ese movimiento, además de no coincidir con el regreso de Khabib, han logrado trasladarlo de la burbuja que esta promotora hace en Uncasville (Connecticut) al AlamoDome de San Antonio. Con capacidad para 65.000 espectadores en partidos de football, permitirá que el público regrese al boxeo (en el Lomachenko vs López se permitió, pero fue muy reducido y las localidades fueron para patrocinadores y compromisos). Lo harán 11.000 privilegiados.

Deportivamente hablando, Davis es favorito, pero todo depende de su cabeza... si pincha, su oponente no le perdonará. Santa Cruz está curtido en mil batallas, pero no parece tener las armas, ni por tamaño ni por cualidades, para poder con el de Baltimore, quien ha noqueado a todos sus rivales salvo a uno (y fue en su novena pelea). El ritmo que imprime 'Tank', junto con su pegada y precisión a la hora de colocar los golpes, hace que sea muy difícil resistir. Para tener opciones, el mexicano debería moverse e intentar hacer fallar a Davis para buscar alargar la pelea, donde tiene más experiencia. Será difícil, pero si alguien puede hacerlo es él. Tablas no le faltan. Mientras, Gervonta debe dar un golpe sobre la mesa y confirmar que es maduro y que puede ir a por grandes carteles. "Es capaz de hacer lo que hacía yo. Ha peleado en muchos lugares y siempre lleva. Lleva el camino correcto", ha dicho Mayweather en la previa. Su mentor confía en él. Debe demostrar todo ante su gran examen.