Rubén Merchán (26 años 2,04 metros) juega este sábado con el Ademar ante el Anaitasuna (12:00, Gol TV). Luego, primera concentración con Jordi Ribera para actuar en la Selección, que le llega en un momento complicado, tras un confinamiento, y dos partidos esta semana. Está ilusionado ante los dos choques que tiene por delante con España.
-¿Está usted preparado para este debut con la Selección? -Hemos estado confinados, entrenándonos en solitario, con lo que teníamos en casa. En el Ademar y en todos los equipos hacemos ese esfuerzo para mantener el estado físico, y espero no defraudar.
-En esta convocatoria suple a Julen Aginagalde, precisamente en su día dio el gran salto desde el Ademar de León, como usted. -Suceder a Julen Aginagalde son palabras mayores, porque se trata tal vez del mejor pivote del mundo. Voy con la ilusión de cumplir un sueño, aunque no me planteaba que pudiera estar en una convocatoria para jugar dos encuentros oficiales.
-Sus números le señalan con facilidad para el ataque. -Siempre he tenido facilidad para marcar, quizá porque es lo que más he trabajado en los otros equipos de la Asobal en los que he militado (Cuenca y Benidorm), aunque en el balonmano actual tienes que ser competitivo en defensa porque a la velocidad que se juega es complicado hacer cambios. Y creo que Manolo Cadenas se está dejando muchas horas para que yo mejore.
-En realidad llega usted un poco tarde a la élite. -Es que pasé por el fútbol, por el tenis y luego seguí los pasos de mis hermanas con el balonmano. Cuando me vino a buscar el Ciudad Real mi padre prefiero que siguiese en casa.
-¿A qué aspira esta temporada con el Ademar? -Parece imposible competir por el título con el Barça, por lo que el objetivo es el segundo puesto, repetir lo del año anterior, pero el Bidasoa, por ejemplo, se ha reforzado muy bien y es, sin duda, el gran rival por ese segundo puesto, muy abierto esta campaña.