Mike Irani, nuevo presidente de la IWF en medio del caos
El británico ha sido elegido en el cargo tras la dimisión del tailandés Intarat Yodbangtoey, que sustituyó el pasado martes a Ursula Papandrea de forma muy polémica.
El británico Mike Irani se ha convertido hoy en nuevo presidente de la Federación Internacional de Halterofilia (IWF), solo tres días después de que el martes asumiera el cargo el tailandés Intarat Yodbangtoey en una reunión convocada a espaldas de su predecesora, la estadounidense Urusula Papandrea.
Irani, un reumatólogo de 71 años, es el presidente de la Comisión Médica de la IWF y ha asegurado que ocupa el cargo con la única intención de preparar el congreso en el que deben celebrarse elecciones presidenciales, en las que él no será candidato.
Yodbangtoey presentó este jueves su dimisión ante la oleada de críticas, incluida la del Comité Olímpico Internacional (COI), que despertó su forma de acceder a la presidencia y de desplazar a Papandrea, que la ejercía de forma interina desde enero y cuyo espíritu reformista agradaba al organismo olímpico.
Como primera medida, nada más asumir el puesto, Irani ha aprobado con el respaldo de su Ejecutivo la extensión hasta 2024 de un acuerdo con la Agencia Internacional de Control (ITA), entidad independiente impulsada por el COI para la gestión de los controles antidopaje en las federaciones.
La crisis que padece la IWF desde hace años, que la llevó a ser advertida por el COI de una posible exclusión de los Juegos Olímpicos, se agravó el pasado mes de enero, cuando las irregularidades desveladas por una televisión alemana dejaron tocado al húngaro Tamás Aján, hombre fuerte de la federación durante 40 años, primero como secretario general y desde el año 2000 como presidente.
Tras negar las irregularidades durante varios meses, Aján dimitió en abril -una dimisión disfrazada de jubilación- y Papandrea asumió el cargo de forma interina.
La estadounidense encargó un informe sobre la gobernanza de la IWF a Richard McLaren, el abogado canadiense que destapó la trama rusa de dopaje. McLaren descubrió "un nido de corrupción al más alto nivel" comandado por Ajan, con supuestos desvíos de fondos, compra de votos y encubrimiento de casos de dopaje. En estas prácticas se identificó a Intarat Yodbangtoey como uno de los encargados de sobornar a los miembros de la asamblea.
El tailandés se hizo con la presidencia el pasado martes en una reunión del Ejecutivo de la IWF a la que no fue convocada Papandrea.
El COI reaccionó de inmediato con un comunicado en el que se mostraba "muy preocupado" por esa decisión y por sus formas y apuntaba a que tendría consecuencias.
Una semana antes, el organismo que preside el alemán Thomas Bach ya había exigido a la federación de halterofilia que se tomara en serio las reformas en materia de dopaje y, sobre todo, de gobernabilidad si no quería poner en peligro su lugar y sus cuotas en los Juegos de París 2024.
Para los Juegos de Tokio 2020 ya hay casi una veintena de países que tienen reducido el número de participantes por sus reiterados casos de dopaje, Tailandia entre ellos.
Varias federaciones nacionales, incluida la estadounidense, así como la comisión de deportistas de la IWF se sumaron a las críticas y Yodbangtoey renunció al cargo, que le fue ofrecido a Irani, miembro también del Ejecutivo.
"Agradezco al Consejo Ejecutivo de la IWF que me haya confiado la presidencia de forma provisional. No tengo la intención de presentarme como candidato al puesto de presidente en el futuro, por lo que podré concentrarme plenamente en las reformas que conduzcan a un congreso de la IWF claro y transparente", ha asegurado al británico al aceptar el puesto.
Este Congreso ya debía haberse convocado, pero la crisis sanitaria obligó a su aplazamiento.