El Barça superó con claridad al Fertiberia Puerto Sagunto por 43-25 en el encuentro de la primera jornada de la Liga Asobal, aplazado en su día y en el que tuvo a los extremos Áleix Gómez (11 tantos) y Casper Mortensen (7) como puntas de lanza. El Puerto Sagunto se vino abajo en la segunda mitad, aunque en la primera destacó el croata Bruno Kozina (6 tantos), que permitió a su equipo irse al descanso con 19-14.
Xavi Pascual siguió con sus rotaciones y dio descanso a Luka Cindric, Ludovic Fábregas y Blaz Janc, mientras que en el conjunto valenciano no estuvieron Borja Fernández, Guillermo Corzo y Gonzalo Carou. En el Barça, el joven Domen Makuc cogió inicialmente las riendas de su equipo, pero el Puerto Sagunto se defendió bien y, por medio del israelí Chen Pomeranz y el croata Bruno Kozina, el último fichaje del equipo de Vicent Nogués, se fue arriba (4-6 , m.9).
Con 9-10, Xavi Pascual pidió tiempo, cambió su defensa a '5-1' con Ariño de avanzado y cinco paradas seguidas de Gonzalo Pérez de Vargas rubricaron un parcial de 4-0 (13-9, m.19). Nogués paró el partido y Kozina, espectacular, recortó de nuevo (13-12, m.23). A partir de ahí, los contragolpes del Barça con Mamadou Diocou y Áleix Gómez, con Raúl Entrerrios marcando un ritmo altísimo, se tradujeron en un claro 19-14 al descanso, tras 11 paradas de Gonzalo Pérez de Vargas en ese período.
En la segunda mitad, el Barça volvió al '6-0' habitual, cortando la línea de pase rival y forzando sus pérdidas, lo que provocó contragolpes azulgranas, con Casper Mortensen lanzado (6 goles en 14 minutos) y Luis Frade (3), para dejar un rotundo 28-17 (m.43). El Puerto Sagunto no pudo reaccionar y la 'máquina' azulgrana firmó un contundente 43-25.
El Recoletas se impone a Morrazo con una gran segunda mitad El Recoletas Atlético Valladolid sumó otra victoria (30-25) a su palmarés en el inicio de temporada, ante un Frigoríficos Morrazo que marcó su ritmo de juego en la primera mitad, pero que fue perdiendo fuelle por la notable mejoría de los locales en la segunda parte. El cuadro gallego dejó claro, desde el primer momento, que iba a defender cada jugada, y planteó una férrea barrera que se le atragantó a los locales, muy bloqueados en el plano ofensivo, cometiendo numerosos errores y con la responsabilidad en los lanzamientos prácticamente en exclusiva para Serrano.
Tampoco en defensa los vallisoletanos mostraron su mejor versión y, quizá por ello, el control del juego -aunque el marcador estuvo equilibrado- fue para el Morrazo, puesto que marcó los guarismos que quiso y el ritmo de partido que se había marcado, bajando la velocidad que caracteriza el sistema de David Pisonero. Por eso, el técnico local pidió un tiempo muerto a cinco minutos del descanso, para tratar de imponer un ritmo más alto y romper la igualdad, y lo logró, con los dos centrales en pista, ya que estableció un parcial de 4-1 para dejar el marcador en 15-12.
Ese impulso se mantuvo tras la reanudación, con otro parcial de 2-0 que permitió al Recoletas ampliar la renta (17-12) y obligó a Nacho Moyano a solicitar un receso. Los gallegos apretaron las tuercas en defensa, frenando de nuevo el juego local, por lo que Pisonero optó por detener el tiempo para no perder la dinámica. Y también tuvo su efecto positivo, porque el Recoletas empezó a mostrar todas sus armas: el juego con el pivote, la veteranía de Diego Camino y la seguridad de César Pérez en la portería. Eso se tradujo en un 26-19, a falta de diez minutos para el final. Una renta que resultaría definitiva para que el cuadro azulón sumara una nueva victoria por 30-25.