El presidente del rugby francés, Bernard Laporte, detenido
Otros tres cargos de la Federación han sido arrestados en el marco de unas pesquisas por un presunto trato de favor al Montpellier, cuyo dueño también está bajo custodia.
Bernard Laporte, presidente de la Federación Francesa de Rugby, fue detenido este martes junto a otros tres cargos del ente en el marco de una investigación para esclarecer un presunto trato de favor al Montpellier, uno de los clubes más potentes del Top-14 cuyo dueño, Mohed Altrad, fue puesto también bajo custodia.
Las pesquisas, a cargo de la Fiscalía Nacional Financiera y la Brigada de Represión de la Delincuencia Económica de la Gendarmería, arrancaron en 2018 con el registro de las oficinas federativas. El objetivo, recabar pruebas que demostraran que Laporte, destacado internacional en su etapa de jugador y ya como directivo un personaje oscuro al que muchos acusan de desnaturalizar el rugby francés y que llegó a ser secretario de Estado para el Deporte, presionó al Comité de Apelaciones de la Federación para rebajar una sanción al Montpellier a finales de 2017.
Dicha multa, inicialmente cifrada en 70.000 euros, se redujo hasta los 20.000. Las indagaciones continuaron con registros en el domicilio de Laporte y la sede del grupo Altrad, un importante conglomerado industrial dedicado a la fabricación de materiales para construcción. Su fundador, Mohed Altrad, francés con raíces sirias, es uno de los hombres más ricos de Francia.
En 2011 compró el Montpellier Hérault, que ha convertido en una de las grandes potencias del país a base de talonario, aunque por ahora no ha conseguido ganar una Challenge, la segunda competición europea de clubes, en 2016, y dos segundos puestos en el Top-14. Desde enero de 2018, Altrad es uno de los grandes patrocinadores de la Federación Francesa (y el que luce en la camiseta de la selección nacional), encargada de organizar el Mundial de 2023.
A la espera de novedades en cuanto a los testimonios de Laporte, Altrad y los otros tres directivos presuntamente involucrados (el vicepresidente, Serge Simon; el responsable de las relaciones internacionales, Nicolas Hourquet, y Claude Atcher, director general de la organización del Mundial), la bomba estalla en un momento delicado. Laporte aspiraba a la reelección en los comicios programados para el 3 de octubre y en mayo se convirtió en vicepresidente de World Rugby, la Internacional.