De jugar limpio a ganar
La RFEH crea una iniciativa para las categorías infantil y cadete en la que los equipos obtendrán beneficios económicos y deportivos por su buen comportamiento.
En 2016, en un encuentro de cadetes disputado en Madrid, dos padres llegaron a las manos por un lance del juego. "Antes no sucedía esto, ahora hay casos aislados. Ese partido no fue el detonante, pero nos hizo reflexionar", comenta el presidente de la Real Federación Española de Hockey (RFEH), Santiago Deó. El Departamento de Ética y Sostenibilidad empezó a trabajar en una propuesta para que los clubes fueran "proactivos" en la educación y los comportamientos en un campo. Y así nació el proyecto Fair Play, que se aplicará esta temporada en las fases finales del Campeonato de España en infantiles y cadetes, programadas en su primera oleada para noviembre.
La RFEH ha creado un plan de incentivos económicos y deportivos que premiarán a los clubes que vean menos tarjetas y que tengan un mejor comportamiento: la medida afecta a jugadores, técnicos y aficionados. Los equipos que menos amonestaciones reciban podrán ahorrarse buena parte del coste de la inscripción (incluso la totalidad) y el ganador de esta clasificación obtendrá el billete para la edición del año próximo gracias a su deportividad e independientemente de su rendimiento el siguiente curso.
La RFEH dispondrá de un comité técnico formado por delegados, árbitros y un representante federativo que será el responsable de recoger las puntuaciones que se basan en unos criterios de buen comportamiento ya establecidos.
"Estos jugadores están en formación y esa faceta es lo más importante. No contemplamos llevar estas medidas a los séniors, a esa edad ya deben estar formados", comentó el presidente, quien destaca que el hockey es un deporte que ha ganado licencias y que se ha abierto a otras capas sociales. "Ya no es el típico espacio elitista que se jugaba en clubes privados. Afortunadamente ahora hay otras entidades que lo practican y eso nos ha hecho crecer", explica.