Noah Lyles le planta cara a la depresión
El estadounidense anunció en sus redes sociales que ha empezado a tomar antidepresivos para combatir los periodos de depresión que ha atravesado durante su carrera.


Noah Lyles ha decidido quitarse lastre para volar aún más sobre el tartán y consagrarse como una de las grandes estrellas del atletismo. El joven velocista estadounidense, actual campeón del mundo de 200 metros, ha anunciado que ha decidido tomar medicación para combatir la depresión que le ha afectado en varios momentos de su vida.
Recently I decided to get on antidepressant medication. That was one of the best decisions I have made in a while. Since then I have been able to think with out the dark undertone in mind of nothing matters.
— Noah Lyles, OLY (@LylesNoah) August 2, 2020
Thank you God for mental Health 🙏🏾
A través de las redes sociales, el propio Lyles ha querido hacer pública esta confesión. "Recientemente he decidido tomar medicación antidepresiva. Es una de las mejores decisiones que he tomado en mucho tiempo. Desde entonces he sido capaz de pensar sin el matiz oscuro en mi mente de que nada importa. Gracias a Dios por la salud mental". El pasado mes de febrero el propio Lyles le respondió a un aficionado en Twitter sobre este problema. "Hablo con mi terapeuta una vez a la semana porque me niego a estar deprimido de nuevo".
I talk to my therapist once a week because I refuse to go through depressed again
— Noah Lyles, OLY (@LylesNoah) February 29, 2020
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Tras conquistar el oro mundial en 200 metros en Doha 2019, Lyles confesó a Reuters los problemas que ha atravesado a lo largo de su vida, como los periodos de depresión que tuvo durante su paso por secundaria a causa de sus problemas de aprendizaje y dislexia, con las pistas de atletismo como única vía de escape.
La dura infancia de Lyles también estuvo marcada por sus problemas con el asma. "Me quitaron las amígdalas con seis años y no recuerdo un día de mi infancia en el que no fuera al hospital, delante de una máquina para respirar o estar en medio de la noche y tener que ir al hospital porque tenía el pecho muy contraído. Estaba conectado a un respirador con mi madre al lado. No fueron mis mejores años", explicó Lyles, que ahora quiere dejar a un lado estos problemas para centrarse en su pasión: volar sobre la pista.

