El COVID puede también con el Descenso del Sella 2020
La organización comunicó la cancelación que se preparaba con mimo al ser el 90º aniversario. "Ya festejaremos 2021 como se merece", dice su presidente.
Desde 1944, el Descenso de Sella se había celebrado de forma ininterrumpida, convirtiéndose en la fiesta del verano asturiano. Algo más que una prueba deportiva. La edición actual iba a ser la 90º y se preparaba con especial mimo. Pero nadie contaba con el COVID-19 y con una crisis sanitaria que ya ha dejado huella en los libros de historia. Y el virus, y la responsabilidad, ha podido con el Descenso Internacional del Sella, que no se disputará este año. “Ya nos centramos en celebrar como se merece el 90 cumpleaños en la edición de 2021”, señala Juan Manuel Feliz, presidente del Comité Organizador del Descenso Internacional del Sella (CODIS), que se agarra al discurso optimista a pesar de las circunstancias.
La decisión se barruntaba desde hace semanas, a tenor de la corriente de suspensiones de competiciones deportivas en diferentes modalidades. Solo el fútbol, con una economía potente detrás, parece superar el coronavirus, aunque en condiciones muy especiales. Para tratar de salvar la efeméride de este año, el comité organizador pensó en mover las fechas y disputar el Descenso, del que AS es diario oficial, en septiembre, pero la alternativa fue descartada en los últimos días. “No sabemos si las condiciones iban a mejorar lo suficiente en apenas cuatro semanas, así que la mejor idea ha sido suspender”, señala Feliz.
El presidente del CODIS dice hacerlo por una cuestión de “responsabilidad”. La enorme afluencia de público durante el fin de semana del 8 de agosto tanto en Ribadesella (salida de la prueba) como en Arriondas (llegada) supone una amenaza clara. “Te da especialmente pena porque sabes que vas a decepcionar a mucha gente, pero las primeras reacciones son de comprensión a la decisión tomada. Todo el mundo se esperaba un desenlace así. Si los Juegos se han suspendido, con todo lo que mueven…”, expone Feliz.
A pesar de que se valoraron otras opciones, el comité no ha tenido otra opción al final. “Había gente que tenía que planificar sus viajes, competidores que venían de Australia o Sudáfrica. Y tampoco queríamos mantener la incertidumbre con los patrocinadores”, aclara Juan Manuel Feliz sobre la decisión de no buscar otra fecha alternativa.
El Descenso, símbolo de deporte y folclore en el verano asturiano, nació en 1930 y solo hubo un periodo en el que dejó de celebrarse: entre 1936 y 1943, cuando la Guerra Civil y la posguerra impidieron la competición en las aguas del río Sella. En 1944 regresó la fiesta de las piraguas y así se ha mantenido hasta la llegada del coronavirus.