Rafa Nadal y Pau Gasol: "Esta situación nos ha unido a todos"
El 26 de marzo, Nadal y Gasol lanzaron la campaña #NuestraMejorVictoria. Cuentan cómo les ha ido en una acción especial e inédita de la prensa deportiva española.
El pasado 26 de marzo, Rafael Nadal y Pau Gasol lanzaron la campaña #NuestraMejorVictoria. El objetivo es recaudar fondos para el plan Cruz Roja RESPONDE. Se busca dar asistencia a 1,3 millones de personas, con una recaudación de 11 millones de euros, a través de una acción integral para combatir la pandemia del coronavirus: socorro, salud, inclusión social, empleo, educación y medio ambiente. Desde ese día, decenas de grandes deportistas, como Andrés Iniesta, Garbiñe Muguruza, Novak Djokovic y Marc Márquez, entre muchos otros, se han sumado a la iniciativa. Su proyecto tiene ahora un nuevo altavoz en una acción especial e inédita de apoyo al plan realizado con los cuatro principales periódicos deportivos de España. Durante siete horas ininterrumpidas, un grupo de periodistas dialogó telemáticamente con una quincena de deportistas de primer nivel, incluidos Rafa Nadal y Pau Gasol, confinados todos ellos en sus hogares.
Lo que sigue es el extracto de la conversación mantenida con Nadal y Gasol por los directores de los cuatro periódicos implicados (Juancho Gallardo, de Marca; Santi Nolla, de Mundo Deportivo; Ernest Folch, de Sport, y Vicente Jiménez, de AS). Dos de los mejores deportistas españoles de la historia reflexionan sobre el porvenir del deporte de masas, su futuro como profesionales y sus inquietudes sobre su actividad y el mundo que nos espera.
Rafa, cómo surge la iniciativa #NuestraMejorVictoria y cómo valoras la respuesta de los otros deportistas.
Rafael Nadal. Primero, gracias a todos por estar aquí. Espero que estéis todos sanos y vuestras familias también. Este año hemos vivido el drama de los incendios de Australia, el año pasado las inundaciones de Mallorca… y siempre encontraba una manera de enfocar el problema y ayudar. Con Mallorca y Australia hice donaciones y algún evento para recaudar fondos. Pero ante la pandemia no sabía de qué manera podría contribuir. Estaba en casa sufriendo, sobre todo las dos primeras semanas del estado de alarma. Había muchísimos muertos, muchísimos contagios y estaba todo el día siguiendo las noticias y a cada cual peor. Me costó mucho encontrar las ganas de hacer mis rutinas diarias. Rodeado de tanta desgracia no tenía energía para hacer las cosas. A partir de ahí, un día hablé con mi equipo y dije: tenemos que hacer algo. Vimos diferentes opciones y encontramos Cruz Roja Responde. Me puse en contacto con Pau, que tenía la misma inquietud que yo. Entendimos que era una buena oportunidad para intentar unir al deporte nacional e internacional ante el momento que estamos sufriendo. La respuesta del mundo del deporte ha sido fantástica. Creo que todos los españoles tenemos que estar agradecidos. Hemos aportado desde el mundo del deporte un granito de arena para intentar que esta desgracia tenga el menos impacto posible, sabiendo que es irreparable en muchos casos.
Pau, ¿crees que el deporte, la vida, volverá a ser lo mismo después de este escenario que nos ha tocado vivir?
Pau Gasol. Muchas cosas cambiarán de un grado a otro. Esto debe traer, y creo que es positivo, cambios permanentes en nuestra manera de ver y de hacer las cosas para estar preparados ante una crisis como la que estamos viviendo. Sin miedo, con las lecciones aprendidas. Debemos tener un sistema sanitario nacional preparado para resolver una crisis como esta. No puede haber este estado de desinformación, un parón tan enorme y drástico ante un virus. Espero que el sistema de comunicación a nivel internacional entre organizaciones y centros médicos sea mucho más transparente, más inmediato, más coordinado. Lo que me enorgullece de la iniciativa que hemos puesto en marcha con Rafa y con el deporte español es que es un esfuerzo coordinado, unido… Uno puede ayudar de forma individual, pero es mejor hacerlo conjuntamente, dejar de lado cualquier diferencia o competencia. Por eso os aplaudo también a los medios que os estáis uniendo a esta filosofía y a esta manera de hacer. Son cosas que espero que queden.
Hay un debate encima de la mesa común a todos los deportes: jugar sin público. Vosotros sois dos jugadores que os alimentáis de la energía de los aficionados. ¿Cómo os sentiréis si tenéis que jugar a puerta cerrada?
P. G. Estamos viviendo una situación sin precedentes y hay que valorarla como una transición. Está claro que al deportista le encanta la conexión y la energía que le transmite el público, para nosotros es una gran motivación y una fuente de gasolina. Pero para volver a la actividad, cada deporte tiene que buscar una manera segura, con garantías e innovadora, para retomar esa actividad de forma progresiva. La situación requiere este tipo de medidas, que no son ideales, porque a todos nos gustaría jugar con el pabellón o el estadio lleno, como durante tantos años, pero hasta que no tengamos los medios suficientes para garantizar la seguridad y la salud de la gente, del aficionado, de los trabajadores… Si hay un paso intermedio, pues bienvenido. Hay que valorarlo y bienvenido sea.
R. N. Yo me alimento de esa conexión con el público, porque te sube la adrenalina y te ayuda a elevar tu nivel de juego. Lo que pasa es que es un momento crítico y hay que ser responsables y coherentes con las decisiones que se vayan a tomar. Creo que una cosa es entrenar y otra competir. En el tenis no veo el problema de entrenar con otro profesional. Pero la realidad hoy es que en este momento no es prioritario ni para mí ni para nadie. Lo prioritario, antes que cualquier cosa, es atajar la crisis sanitaria. Entrenar no sería un problema, pero competir lo veo muy difícil en el tenis. Ojalá podamos competir, aunque sea sin público. Pero creo que es momento de ser responsables y coherentes. No veo cómo podemos viajar cada semana a un país distinto. Porque, aunque jugáramos sin público, el nuestro es un deporte muy distinto al golf, por ejemplo, donde hay mucho más espacio. Para disputar un Grand Slam somos 128 jugadores masculinos, 128 femeninos, más todos sus equipos y los doblistas. Aunque no haya público, al final estamos muy en contacto. Estaremos toda esa gente, más todos los servicios que se necesitan. A la hora de entrenar, creo que se deben diferenciar los deportes. Igual que se tiene que diferenciar por comunidades, por regiones, a la hora de entender el desconfinamiento. Para volver a competir, nuestro deporte es quizás el más complicado. Estamos moviéndonos cada semana y tenemos que trasladar a muchísima gente. Yo encantado de jugar sin público, aunque no es algo que me guste, pero, por lo que veo, aunque la situación vaya mejorando, no creo que sea prudente volver a jugar durante un espacio de tiempo.
“Puedo jugar sin público, pero no es prudente todavía”
En vuestras palabras se aprecia un esfuerzo, tal vez involuntario, de visualizar cómo va a ser vuestra vida después de esta terrible experiencia. Tú Rafa comentabas la dificultad de mantener activo el circuito profesional del tenis. Tú Pau te estás recuperando de una largo lesión. Estar tanto tiempo sin entrenar bien, sin competir… ¿Cómo creéis que os va a afectar profesionalmente esta situación?
R. N. A mí no me gusta pensar muy a largo plazo, porque las cosas nunca sabes cómo van a suceder. Es un principio mío muy básico. Miro a corto y medio, pero no a largo plazo. No me gusta. Para volver a desarrollar una actividad completamente normal tendremos que encontrar una vacuna o algo que cure el virus, cosa para la que necesitamos tiempo. Tanto Pau, que está en un periodo de lesión, como yo tenemos una edad avanzada. Todos los parones alargados en el tiempo nos perjudican especialmente. Nos perjudica no competir y no entrenar. Un cuerpo como el mío, que está castigado, lleva un mes y medio sin tocar una raqueta de tenis. Para mí es muy perjudicial. Mi brazo, cuando vuelva a golpear una pelota, me va a doler. Me va a doler la muñeca, me va a doler el codo… Cuando uno está parado mucho tiempo, el riesgo de lesión en la vuelta es muchísimo más grande que cuando uno mantiene una actividad. Si yo pudiera entrenar, aunque sea media hora al día, a tenis, para ejercitar los músculos del tenis, sería un gran avance para que mi cuerpo esté menos oxidado cuando lo necesite. La preocupación existe en mi caso. Porque al final el cuerpo necesita actividad. Cuando al cuerpo lo paras de una manera drástica, es difícil, en cuerpos castigados como el mío, volver a ponerlos en marcha. El riesgo en una edad avanzada es más alto.
P. G. Estoy totalmente de acuerdo con Rafa. Aunque haya dicho que los dos somos de edad avanzada, yo tengo algún añito más que él. Yo llevo un año y casi dos meses casi sin jugar. Mi idea era prepararme y disputar los Juegos de Tokio este verano. Eso ha cambiado, y la incertidumbre ahora mismo es grande. Lo único en lo que me centro es en mi recuperación, en el día a día. Pero está claro que todo esto tiene un efecto cuando podamos retomar la actividad, sobre todo en cuerpos como los nuestros, con el bagaje que llevan. Cuando empiece en una pista de baloncesto no me va a doler el pie, me va a doler la cadera, la espalda, el hombro, la rodilla, todo. Se está hablando de que, por ejemplo, la asociación de jugadores de la NBA está pidiendo un mínimo de tres o cuatro semanas para volver, para poder volver a arrancar y preparar los cuerpos. Claro que este parón va a tener un efecto, en algunos casos mayor, en otros casos menor, pero en nuestro caso es evidente que lo va a tener. Va a costar, claro que va a costar.
Fuera del aspecto deportivo, ¿en qué estáis matando el tiempo? ¿Qué es lo que más echáis de menos? ¿Qué es lo que más os apetece hacer?
R. N. Lo que más echo de menos es el contacto con la gente, más que jugar al tenis. Me apetece ir a entrenar, sí, me apetece competir, sí, pero hasta cierto punto. Ahora mismo, yo al menos, he interiorizado mucho el problema y como no veo una solución rápida no estoy en ese momento de tener ganas de competir. No, estoy en un momento distinto. Personalmente me falta mucho para volver a competir. Estoy en un momento en el que mi ilusión es poder volver a ver a mi familia entera, volver a ver a mis amigos, salir a hacer una fiesta, yo que sé…, salir al mar a nadar un rato, es decir, poder tener la sensación esa de libertad, poder abrazarme con la gente. Pero bueno, aunque haya cosas que vayan a cambiar en el futuro, yo sí que tengo confianza en que cuando haya una solución, las cosas vuelvan a ser similares. No veo un futuro sin poder abrazarte con la gente. Hasta que no se solucione la situación hay que tener la máxima precaución y tenemos que ser muy responsables. Se avecinan tiempos muy difíciles en muchos temas. A nivel económico vamos a sufrir muchísimo, en todos los sectores, pero especialmente en el turismo. El impacto va a ser devastador para muchos y hay que ser fuerte. Yo me dedico también a la academia y a algunas otras cosas que tengo. Es momento de mantenerse activos y estar despiertos para lo que pueda venir.
P. G. Lo que echo más de menos es tener libertad de decisión, de poder viajar, de poder ver, de poder salir, de poder abrazar... Sobre todo, a la familia, estar con mis abuelos, con mis padres, con mis hermanos, con mis sobrinos, poder estar con ellos y abrazarles. Ahora mismo no me puedo desplazar, no me puedo meter en un avión, estoy en la distancia y eso te hace sufrir. Pero también es necesario tener responsabilidad ante esta situación y ante este virus que es tan contagioso y que está haciendo tanto daño. Lo que intento hacer durante este tiempo, aparte de los entrenamientos y la rehabilitación, es ser proactivo. Es el momento de ser innovador, de prepararse para lo que pueda venir. Y concienciar. He hecho Instagram Lives con gente de diferentes sectores, con seguidores, para concienciar. Grabo vídeos de hábitos saludables, que es lo que hago con nuestra fundación, para que esto no suponga un crecimiento en los índices de obesidad infantil en nuestro país. Bueno, intento ser útil en una situación tan frustrante como la que atravesamos.
"Lo que más echo de menos es la libertad y abrazar"
¿Cómo son vuestros días? ¿Cómo es vuestro confinamiento?
R. N. Yo me voy a dormir mucho más tarde de lo habitual. Intento hacer dos sesiones de trabajo físico, una por la mañana y otra por la tarde. Procuro estar muy al tanto de todas las cosas que están sucediendo. Cada día tengo alguna cosa. Hace un rato he estado en una reunión con Djokovic, Federer y el presidente de la ATP. Antes también he estado hablando telemáticamente con mi fundación. La academia es una gran preocupación y ocupación. Hay mucha gente que trabaja ahí, mucha gente que está sufriendo y que me preocupan. Desde que se decretó el estado de alarma en la academia tenemos a 85 niños confinados. Sus familias prefirieron que se quedaran en la academia antes que viajar por riesgo de contagio. Para nosotros ha sido y es un gran esfuerzo porque hemos dejado a 70 trabajadores dentro de la academia, entre entrenadores, sicólogos, gente de cocina, bueno, gente que les pudiese abastecer. En total, están ahí confinados más de 150 personas. Con estas medidas drásticas, hemos podido evitar contagios y creo que los padres están muy agradecidos. Por la noche miro series, procuro entretenerme en algo que no te haga estar todo el día centrado en las noticias negativas. Es uno de los errores que cometí en las dos primeras semanas, estar demasiado pendiente de todo lo que sucedía en cada momento. Eso te hace entrar en un bucle negativo.
P. G. Yo intento irme a dormir un poco antes para así estar operativo por la mañana. Intento irme a dormir a las 22.30 horas y levantarme sobre las 07.00. Sobre las 8 y las 10, hago entrevistas o cosas por las redes sociales. Luego tengo una llamada con mi equipo de comunicación cada día. También intento organizar llamadas con mi equipo de estrategia y con mi equipo de la fundación, para incentivarles a que sean proactivos y a que sean innovadores, emprendedores, para poder tener el impacto necesario con nuestra fundación dado que no podemos estar presentes con las familias y con los niños. Me entreno por las mañanas antes de comer después de todas las llamadas. Normalmente suelen ser tres o cuatro horas de reuniones y llamadas, y dos de entrenamiento.
Vivís en dos países que han tenido un modelo de confinamiento diferente. El de España es muy severo, pero en EE UU hay estados que son más flexibles y otros más rígidos. ¿Creéis que es mejor ser tan estricto como en España o más flexibles como en otros países europeos donde la gente sale a hacer deporte?
R. N. Yo opto por unas medidas un poco más fuertes si quieres, más preventivas, más de precaución, sobre todo porque estamos viendo los efectos devastadores que tiene el virus. Hay mucho desconocimiento sobre el coronavirus. Si es recurrente, si puede haber nuevo contagio si te recuperas, los efectos a largo plazo, el daño permanente en el cuerpo a largo plazo... Hay que tener más precaución en este momento, por eso soy más favorable a medidas de confinamiento y proteger. Si lo dejas un poco a cada uno puede ser peligroso. El confinamiento tiene también unos efectos colaterales importantes a nivel socioeconómico. Vamos a ver cómo lidiamos con ello. Se están haciendo cosas que no se habían hecho en el pasado. Es necesario y bonito, después de todo lo que estamos sufriendo, dejar de lado los intereses más personales y pensar en ayudarnos los unos a los otros. El otro día hicimos un programa de radio que también fue inédito y hoy estamos aquí con vosotros, juntos. Entre vosotros hay competencia y es inevitable que siga habiéndola en el futuro, pero también es bueno que en momentos como estos se deje de lado esa competencia y sepamos adaptarnos y valorar las cosas que son realmente importantes. Para Pau y para mí ha sido un placer.