NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NUESTRA MEJOR VICTORIA

Teresa Perales: "Sueño con que Tokio salga perfectamente, pero el camino no será como antes"

La nadadora paralímpica (Zaragoza, 44 años) llevaba días dándole vueltas. ¿Cómo ayudar a los demás? Encontró la respuesta en Nadal y Gasol. Teresa está confinada en casa, pero no para: entrenamientos, conferencias, la familia... Y a las 20:00 horas, su cita con los aplausos.

Actualizado a
Teresa Perales: "Sueño con que Tokio salga perfectamente, pero el camino no será como antes"

Teresa Perales siempre luce una sonrisa, ya sea en la piscina o confinada en casa. Y así, con ella puesta, atendió a AS, Marca, Mundo Deportivo y Sport dentro de la iniciativa #NUESTRAMEJORVICTORIA. La nadadora soñaba con convertirse en médico y ensalza esta labor en una época que nos está mostrando lo realmente importante. El futuro pinta incierto, pero eso no le resta ni un ápice de optimismo ni de la ilusión por igualar a Phelps (a dos medallas, 26 por 28). Teresa tendrá 45 años en Tokio, aunque ya ha demostrado que no hay obstáculos que la detengan. De ahí la importancia de sus consejos para afrontar esta crisis del coronavirus. Uno de ellos, tirarse a la piscina. Palabra de pez. Palabra de Teresa.

-¿Cómo está llevando el confinamiento?

-Hemos tenido que cambiar por completo nuestras rutinas y para una persona como yo, que está casi todo el día fuera de casa, viajando y entrenando un montón, los primeros días fueron muy difíciles. Acababa de volver de una competición en Barcelona y, después, había tenido un par de viajes a Madrid antes de que se decretase el Estado de Alarma. Fue una sacudida. Pasé de estar en la piscina a, de repente, aquí en casa. Tomé conciencia de lo que suponía. No era sólo por mí sino también para ayudar a los demás. Me quedo con lo positivo. Debía estar entrenando en Sierra Nevada y estoy aquí disfrutando de mi familia. Los primeros días de entrenamiento fueron más complicados. Ahora lo tengo ya estructurado. Me entreno unas dos horas al día, con un ergómetro, gomas... Cosas que tenía, que me he ido comprando y las que me ha traído el Comité Paralímpico. Voy a salir súper fuerte (risas), con un músculo distinto al de un nadador, luego habrá que hacer la transición a la piscina. Nos estamos poniendo como motos.

-¿Qué ha aprendido de esta situación?

-Esta lección la aprendí hace muchos años y ahora se ha reforzado. ¡Cuántas veces damos por garantizado todo lo que tenemos y vivimos sin dar las gracias ni un solo día! Ha tenido que venir algo tan grande como esto para darnos cuenta de que teníamos que haber valorado más los detalles como salir a la calle, abrazar a un amigo, ir al cole o un beso. Vivo frente al Hospital Provincial de Zaragoza, también tengo cerca un cuartel de la Guardia Civil, los bomberos... Estoy rodeada de gente que se está partiendo la espalda para que personas como yo puedan estar en casa tranquila. No los veo por la ventana, pero los escucho en los aplausos de las 20:00 horas. Espero que todos hayamos aprendido y que salgamos reforzados como humanidad.

-Los deportistas paralímpicos son un ejemplo, ¿qué mensaje lanzan a la sociedad?

-Muchos hemos tenido enfermedades o una discapacidad sobrevenida, pasando de tenerlo todo a cambiar nuestra forma de vivir. Igual que nosotros, en su momento, pudimos pensar que se nos acababa la vida, ahora habrá autónomos sin ingresos a los que les lleguen facturas, pequeños negocios que se hunden porque no pueden abrir... ¿Cómo se sale? No pensando en lo negativo, ni desde la queja, sino con creatividad y esfuerzo. No es fácil. La monotonía nos hace sentir más seguros. De la crisis surge la mejor oportunidad y debemos aprovecharla. Lo digo por mi propia experiencia personal. A los 19 años me quedé en silla de ruedas. Al principio fue muy duro, pero luego aprendí a nadar, enfrentarme a la vida con otra perspectiva... Somos más felices quienes nos atrevemos a aprovechar las oportunidades. Es bonito lanzarse a la piscina. Os lo dice un pez.

Ampliar

"De la crisis surge la mejor oportunidad y hay que lanzarse a la piscina"

SU MENSAJE

-¿Cómo fue el encuentro con los Reyes?

-Estuvimos casi una hora y nos permitieron hacer una foto panorámica del deporte español y mundial. Se interesaron por nuestras preocupaciones y el escenario que se nos plantea ahora. Se habla de dos años de confinamientos transitorios, entonces, ¿cómo agendas una competición? Eso echará atrás a sponsors. No sabemos en qué competiciones podremos participar para las clasificaciones para los Juegos, si se mantendrán los criterios para quienes teníamos mínimas o si se empezará de cero... Tenemos un libro en blanco por escribir y eso es muy bueno si, entre todos, somos capaces de hacerlo con buena letra. Me gustó la sinceridad con la que nos transmitían que era duro para ellos, puesto que no tenían la varita mágica para solucionarlo todo.

-Hay deportistas que piden salir ya a entrenar, ¿qué opina?

-Sigo pensando que mi trabajo no ayuda a nadie. Mi decisión es respetar a los demás y quedarme en casa. Mi práctica deportiva no es tan importante. Con todo en el aire y sin fechas, hay que salir cuando la situación está controlada y nos lo digan los expertos.

-Usted quería ser médico, ¿cambiaría sus medallas por ayudar a los demás estos días? ¿Qué mensaje le mandamos a Phelps?

-Quería ser médico y me quedé en fisio (risas). Sin dudarlo, las cambiaría. A ver... todas no. Cinco de ellas me llevaron a conocer a mi marido y luego llegó mi hijo. Me involucré en este movimiento de ayuda a Cruz Roja por un vídeo de Rafa Nadal y Pau Gasol. Dije, ya sé qué hacer porque llevaba días dándole vueltas. Cada euro puede cambiar la vida de otra persona. Mi madre lleva tiempo enferma y es persona de riesgo. Teníamos que recoger una medicina al Hospital, pero se nos planteó un problema. ¿Quién va? Mi hermano vive fuera y yo voy con la silla de ruedas tocándolo todo. Las posibilidades de contagiarme se multiplican mucho. Hace tres días recibimos una llamada: un voluntario de Cruz Roja se la iba a llevar a casa. Esa es la forma en la que se materializa la ayuda de la gente. ¡Joder, ves! Pensamos que no podemos hacer nada y sí podemos. ¿A Phelps...? Que no se fíe. Me va a costar. Ahora competiré con 45 y cada año se nota. Me voy haciendo mayor y compito con niñas jovencitas.

"Estas iniciativas son importantes porque la sociedad ve a los deportistas como referentes"

SOLIDARIDAD

-¿Nos da tres claves para superar este encierro?

-Primero, establecer rutinas para no caer en la desidia. Ir dejando pasar los días sin que sirvan para nada es una lástima... Segundo, llevar a cabo cosas que nos hagan sentir bien o seguros. Y tercero, planes de futuro. Preguntarnos, con lo que tengo y no con lo que tenía, qué puedo hacer.

-¿Está unido el deporte?

-Siempre lo ha estado. Es una unión natural entre personas con un mismo objetivo, espíritu, con igual forma de vivir y de pensar. Siempre tenemos un mensaje que compartir y en este caso solidario. Y esta iniciativa de Pau Gasol y Rafa Nadal es importante porque la sociedad ve a los deportistas como referentes.

-Terminemos hablando de futuro, ¿qué escenario espera de cara a Tokio 2021?

-Es difícil imaginarlo. Partimos de la base de que cada país se va a reponer en un tiempo distinto y de que todo va a depender cuándo sale la vacuna, la cura... para controlar a este bicho que nos trae de cabeza. Si el confinamiento se vuelve a repetir, aunque en períodos más cortos... buff. En natación si paras tres días echas por tierra 20. Vamos a pensar que todo estará bien para entonces. Sueño con que los Juegos se desarrollarán perfectamente y será todo estupendo, pero el camino no va a ser como ninguno de los que hemos tenido hasta ahora.