"Un honor ser relevo de alguien tan grande como Sterbik"

El meta internacional español Rodrigo Corrales (Cangas del Morrazo, 1991), exjugador del Barcelona, actualmente en el París Saint Germain y fichado por el Veszprém húngaro para la próxima campaña, comentó sentirse "muy honrado de ser el relevo de alguien tan grande como Arpad Sterbik".

Con la Liga de Campeones aplazada hasta principios de junio y la liga francesa hasta el 22 de abril, Corrales se adapta al confinamiento por el COVID-19 en París.

En declaraciones a la web de la EHF (Federación Europea de Balonmano), el meta admitió que al principio la adaptación fue difícil porque echó cosas en falta tanto en la competición como en cuanto a la relación con sus compañeros de equipo.

"Ahora me he adaptado bien a esta nueva situación y lo positivo", agrega, "es que ahora tengo más tiempo para hablar con mis amigos a través de diferentes aplicaciones, puedo pasar más tiempo con mi familia y he empezado a cocinar nuevos platos. También comencé a intentar pintar, pero soy muy malo, así que lo dejé".

En diciembre pasado fichó por el Veszprém húngaro por cuatro temporadas para ser el relevo de un meta legendario: el serbio nacionalizado español Arpad Sterbik que ya ha anunciado su retirada al final de esta temporada, pero que seguirá como técnico del equipo.

La relación de Corrales con Sterbik es curiosa. El meta gallego llegó al Barcelona con 15 años, casi al mismo tiempo que su gran amigo Gonzalo Pérez de Vargas. Ambos estuvieron en los equipos de base azulgrana.

Pasó al primer equipo en 2009, aún con Barrufet como meta titular. También lo haría el bosnio Daniel Saric. Tras la retirada de Barrufet (junio de 2010) y con Gonzalo Pérez de Vargas apuntando a segundo portero, en el verano de 2012 se anunciaba la llegada de Arpad Sterbik al club.

Por este motivo, Corrales era cedido al BM Huesca donde estaría dos temporadas (2012-2014). El ex entrenador azulgrana Manolo Cadenas le llevó al Wisla Plock polaco, donde estaría tres campañas (2014-2017) hasta fichar con su actual equipo, el PSG galo.

Internacional absoluto con España desde 2014, ha compartido la meta de la Selección con Gonzalo Pérez de Vargas y Arpad Sterbik en los títulos europeos de 2018 y de este año.

"Jugar en la Selección es muy difícil porque los jugadores son realmente buenos. Es un honor representar a mi país y jugar con estos grandes jugadores", apunta Corrales.

Si algún gran recuerdo tiene de la Selección fue el del encuentro de cuartos de final del Europeo de Croacia 2018. Gonzalo Pérez de Vargas era el meta titular y se lesionó en la rodilla en el minuto 23 de partido.

Era el 24 de enero de 2018, el día de su 27 cumpleaños. España ganó (31-27) con once paradas del gallego. Y él no lo ha olvidado nunca.

"Me siento realmente orgulloso de cómo reaccioné en ese partido. Puedo decir que ha sido el partido más especial de mi vida y no solo por el cumpleaños", dijo. Después llegaría el segundo título este 2020.

Si se conoce su gran amistad con Gonzalo Pérez de Vargas, no lo es menos la que mantiene con Sterbik. "Es uno de los mejores de la historia. Es una persona que siempre trata de ayudar y que está de buen humor. Siempre quería jugar, pero si no era el caso, siempre quería enseñarnos y ayudarnos. Fue fantástico tenerlo como compañero de equipo", señala Corrales.

Su asignatura pendiente es la Liga de Campeones. "Queremos ganarla y me gustaría tener la oportunidad de jugar la Final a Cuatro con el PSG. De todos modos estoy satisfecho con el tiempo que he pasado aquí", concluye.