Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

BALONMANO

La despedida al retirado Sterbik: "Las porterías se quedan más vacías sin ti, leyenda"

El balonmano español y europeo despide a Sterbik, que se retiró esta semana y no volverá a jugar tras la pandemia. Con 40 años, pone punto y final a su carrera.

La despedida al retirado Sterbik: "Las porterías se quedan más vacías sin ti, leyenda"
Agencias

El nivel de los porteros españoles de balonmano a lo largo de la historia es excelso. En la época más reciente, aparecen nombres de la talla de David, Barrufet, José Javier Hombrados y, por supuesto, Arpad Sterbik. Nacido en Serbia hace 40 años y nacionalizado español en 2008, Sterbik está en la selecta lista de 'mejores porteros del mundo'. Esta semana, decidió poner fin a su carrera. El plena pandemia mundial, y a su edad, este parón le adelanta una retirada que estaba prevista para este verano en las filas del Veszprem húngaro una vez oficilializado el fichaje del español Rodrigo Corrales.

El Jugovic, en sus inicios, el Veszprem, Ciudad Real, Atlético de Madrid, Barcelona, Vardar y, de nuevo el Veszprem húngaro para cerrar su carrera, fueron los equipos de un jugador legendario que cuenta en su palmarés con Ligas en España, Madeconia y Hungría y un dominio europeo con un Ciudad Real de época, con el que levantó tres Champios y una cuarta con el Vardar. Con Serbia, doble medallista de bronce en Mundiales mientras que con España, entre otros metales, campeón del mundo en 2013 y de Europa en 2018.

Precisamente, en 2018, Sterbik no fue convocado de inicio por decisión propia. Con Corrales y Pérez de Vargas, la portería estaba a buen seguro pensó, a una edad en la que Arpad reconoció no poder estar al máximo físicamente en tantos partidos en tan poco tiempo. Sin embargo, Gonzalo se lesionó y Ribera recurrió a Sterbik, apuntado en la lista de posibles recambios, de urgencia. Fue, 24 horas después dejó en el camino a la todapoderosa Francia en semifinales y posteriormente, España consiguió su primer oro continental en toda la historia (en enero de 2020 los Hispanos repitieron).

Por todo esto y mucho más, y ante la imposibilidad de homenajear por todo lo alto en estos momentos a Sterbik de manera pública, sus ya excompañeros en la Selección le despiden por todo lo alto. Uno de sus últimos compañeros en el arco español como es Gonzalo Pérez de Vargas se deshizo en elogios: "Las porterías se quedan más vacías sin Arpad Sterbik. El más grande y sin duda uno de los mejores porteros de la historia, ha sido un placer compartir buenos momentos y aprender de ti! Por suerte te tendremos cerca de las pistas", dijo el toledano.

Alex Dujsebaev, la zurda por excelencia de la actual Selección, también se despidió. "Se retira una leyenda del balonmano! Siempre podré presumir de haber jugado con el gran Arpad Sterbik. Juntos hemos ganado Ligas, Copas, Europeo y Champions. ¡Gracias por todo, amigo!". Jugaron juntos en el Vardar macedonio. Julen Aginagalde, que este verano dejará el Kielce polaco para regresar a España en las filas del Bidasoa, tuvo una bonito agradecimiento para su amigo. "Se retira el Txiki! Una auténtica leyenda! Un lujo haber compartido tantos momentos como compañero y amigo, pero una pesadilla cuando me ha tocado jugar contra él...  Y creo que en eso coincidimos todos! No hay mayor halago para un deportista! A disfrutar y hacer buen vino!".

Otro ilustre como Joan Cañellas. "Temido por muchos, amado por aquellos a los que has defendido, pero respetado y admirado por todos! Se retira el mejor! Muchos momentos compartidos en los que siempre has destacado por tu cercanía y bondad. Te toca disfrutar de la familia y de tus nuevos proyectos!", asi como Albert Rocas, histórico extremo español. "Se retira mi mayor pesadilla, fue un disgusto jugar contra él pero mucho peor entrenar todos los días en Barcelona. El mejor de todos los tiempos, sin darse importancia, sin estridencias, sin faltar al rival, solo parando, como hacen los buenos de verdad. Gracias x tanto Lepi!". Una despedida con honores que seguro que tendrá, cuando se pueda, el reconocimiento que merece en persona.