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NATACIÓN

El sudoku del Mundial de Natación

Previsto inicialmente para julio de 2021 y obligado a mover las fechas por los Juegos, cobra fuerza la opción de celebrarlo en 2022 aunque es supondría nuevos problemas.

Emma McKeon.
FRANCOIS-XAVIER MARIT

El Mundial de Natación que debía celebrarse en Fukuoka en verano de 2021 debe cambiar de fecha obligado por el aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio. Ambos eventos coinciden, y la Federación Internacional de Natación (FINA) ya ha comunicado que moverá su evento buscando la mejor opción para los nadadores. Pero ahora el organismo acuático se halla ante un rompecabezas. Un auténtico sudoku, mejor dicho, juego que se originó en Japón y se internacionalizó décadas después.

“Necesito ver la información de Fukuoka, de los socios, de la televisión, de todos. Y luego podemos llegar a una conclusión ”, dijo el martes el director ejecutivo de la FINA, Cornel Marculescu, a The Associated Press. "Por esa razón, no quiero tener ninguna opinión, porque no refleja la realidad", agregó Marculescu y apuntó que la FINA probablemente necesitaría dos semanas para determinar nuevas fechas.

En un primer momento, se manejaron cuatro escenarios. El primero de ellos era colocarlo en la primavera de 2021, antes de los Juegos. La falta de preparación teniendo en cuenta la incertidumbre mundial por los efectos del Covid-19 no es solo el único obstáculo. Hay selecciones de waterpolo que debían ganarse la plaza en los Juegos, pero al celebrarse antes el Mundial esto quedaría anulado. Al mismo tiempo, se deben celebrar los Preolímpicos de natación artística, aguas abiertas y waterpolo, así como los campeonatos nacionales de natación para clasificar a los atletas. Todo puede posponerse para esas fechas.

Hay otras dos opciones prácticamente descartadas que se barajaron en un principio. La primera, justo la semana después de los Juegos. Los nadadores tienen difícil mantener su pico de forma durante cuatro o cinco semanas, periodo además que deberían permanecer en Japón. La otra fórmula era colocarlo en octubre, pero la temperatura del país impediría celebrar en condiciones favorables pruebas como las aguas abiertas, así como los nadadores no tenían periodo de vacaciones ni tiempo suficiente para prepararlo. A todo eso se le une el impacto económico que supondría celebrar unos Mundiales en fechas no veraniegas.

Pellegrini, en 2016.
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Pellegrini, en 2016.ANDREW BOYERS

Por eso mismo, la opción que cobra más fuerza es la de colocarlos en 2022, un año en el que hay Juegos Mediterráneos, Juegos de la Commonwealth y Europeos. Todo ello aglomerado en verano, por lo que llevar el Mundial a los meses de primavera podría ser la mejor solución. Mundiales como el de Montreal, en 2005, ya se celebraron en ese periodo. Pasar el Mundial a ese año sería ganar tiempo y reorganizar un 2022 que pueda garantizar que todas las competiciones tengan su espacio e importancia.

Ya hay voces que están pidiendo esa solución, como Canadá, país que se posicionó en contra de llevar a deportistas a los Juegos de Tokio si no se posponían un año. El Comité Olímpico Internacional (COI) finalmente lo aceptó.

“Tener los dos Juegos y campeonatos principales organizados juntos en el mismo año crearía muchos desafíos. Desde los presupuestos hasta la planificación del programa, el tiempo y los riesgos de que los atletas se sobrecarguen, hay muchas incógnitas. A medida que continuamos navegando por la incertidumbre de esta situación global actual, alentamos a FINA y World Para Swimming a elegir 2022 como la mejor alternativa para los campeonatos mundiales”, dijo John Atkinson, jefe de rendimiento en Swimming Canada.