Chusovitina competirá en Tokio en 2021 a sus 45 años
La gimnasta uzbeka batirá su récord como la deportista en su modalidad más veterana en competir en unos Juegos. Acudirá por octava vez a la cita olímpica.
Con 45 años, quizá con 46. Depende de las fechas en las que finalmente se celebren en 2021 los Juegos de 2020.
En todo caso, la uzbeka Oksana Chusovitina batirá en Tokio su propio récord como la gimnasta de más edad en competir en unos Juegos y también como la que acredita más participaciones. Ya tiene siete, que dentro de un año serán ocho.
No tardó ni unas horas, tras conocer el aplazamiento a 2021 de los Juegos, en confirmar que estirará su carrera unos cuantos meses más para retirarse, esta vez asegura que sí, en unos Juegos.
"¿Que los Juegos se aplazan? Pues ella también aplaza su despedida. "Pensaba poner fin a mi carrera en los Juegos de Tokio y ahora no voy a cambiar de planes. Otra temporada más en el gimnasio", dijo a Tass Chusovitina, que posee un récord más: el de haber competido bajo cuatro banderas.
La gimnasia que desafía al calendario, una de las mejores especialistas de la historia en la modalidad de salto, nació el 19 de junio de 1975 en Bujará. Compitió para la Unión Soviética hasta su desaparición. En los Juegos de Barcelona participó con el Equipo Unificado y ganó la medalla de oro por equipos. Como uzbeka compitió en Atlanta 1996, Sídney 2000 y Atenas 2004, como alemana en Pekín 2008 y Londres 2012 y lo hizo en Río 2016 de nuevo como uzbeka.
Además de la descomposición de la Unión Soviética, razones familiares propiciaron tanto cambio de nacionalidad. En 1999 fue madre de un hijo, Alisher, a quien en 2002 se le diagnosticó leucemia. Chusovotina y su marido, el luchador Bajodir Kurbanov (olímpico en 1996 y 2000), se instalaron en Colonia (Alemania) para que el niño recibiera tratamiento. La madre, que había abandonado la gimnasia tras la maternidad, se nacionalizó alemana y volvió a la competición para ganar el dinero que necesitaba para sufragar los gastos médicos.
Antes de los Juegos de Londres anunció que serían los últimos. Después de ellos, se arrepintió y quiso volver a representar a su país de origen antes de despedirse. La Federación Internacional de Gimnasia (FIG) le concedió en 2013 un nuevo cambio de nacionalidad para que compitiera en Río. Tras clasificarse para la final de salto, en la que se codeó con gimnastas veinte años menores, entre ellas la estadounidense Simone Biles, esta vez no tuvo dudas: seguiría hasta Tokio 2020. El cambio a Tokio 2021 no le ha parecido un obstáculo a tener en cuenta.
En Río participó con 41 años y dos meses, una edad nunca vista por los gimnasios olímpicos.
Chusovitina ganó su plaza para Tokio en los Mundiales disputados en 2019 en Stuttgart (Alemania). Fue una de las beneficiadas por la reasignación de cupos por la FIG, tras el reparto de los boletos por equipos.
Aunque ya solo es competitiva en la disciplina de salto, no duda en preparar el concurso completo para entrar en los torneos de clasificación. Y se sigue atreviendo con el 'produnova', el más difícil todavía de los saltos, que solo han hecho con éxito tres gimnastas en la historia.
Con toda la potencia concentrada en sus escasos 153 cm de estatura ha ganado dos medallas olímpicas (oro en 1992 y plata en 2008) y ha participado en 17 campeonatos del mundo, en los que ha subido al podio en 11 ocasiones.
Prepara los Juegos de Tokio con la ayuda de otra leyenda de la gimnasia artística, la bielorrusa Svetlana Boginskaya, que compartió con ella el oro por equipos en Barcelona'92 bajo el paraguas del Equipo Unificado. Boginskaya tiene otras cuatro medallas olímpicas, entre ellas el oro en salto en Seúl'88, por lo que será una compañera de entrenamientos perfecta para 'Chuso' en su camino hacia Tokio 2021.
La uzbeka llegará a la capital japonesa, además, con otro objetivo que está más allá del pabellón de gimnasia: quiere ser miembro del Comité Olímpico Internacional (COI). Es una de los 30 deportistas que, como el baloncestista español Pau Gasol, el regatista argentino Santiago Lange, la nadadora italiana Federica Pellegrini, el triatleta británico Alistar Brownlee y el nadador brasileño Thiago Pereira han presentado su candidatura para una de las cuatro plazas vacantes en la Comisión de Atletas del organismo.
Las elecciones se desarrollarán en la Villa Olímpica de Tokio durante los Juegos. Los cuatro deportistas más votados por sus compañeros se incorporarán a la asamblea del primer ente deportivo mundial.
Otros aspirantes son la sueca Therese Alshammar (natación), el venezolano Antonio Díaz (kárate), el guatemalteco Charles Fernández (pentatlón) o el costarricense Roberto Sawyers (atletismo). La experiencia de cualquiera de estos grandes campeones enriquecería al COI, pero a experiencia olímpica, precisamente a eso, ninguno puede competir con Oksana Chusovitina.