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RUGBY

La ANCRDH cancela la División de Honor de forma unilateral

La asociación que agrupa a los clubes de la categoría lo anunció en un comunicado en la noche del viernes. Aducen solidaridad con la emergencia nacional.

Actualizado a
La ANCRDH cancela la División de Honor de forma unilateral
EMILIO COBOSDIARIO AS

Se reabre el cisma en el rugby español a raíz de la pandemia de coronavirus. La Asociación Nacional de Clubes de Rugby División de Honor, que agrupa desde 2018 a los equipos, valga la redundancia, de División de Honor, más Getxo y Gernika, ahora en la B, emitió un comunicado en la noche del viernes en el que anunciaba su decisión unilateral de dar por finalizada la temporada en la máxima categoría nacional y cesar su actividad hasta el comienzo del curso 2020/2021. 

El anuncio se produjo horas después de que la Comisión Delegada de la Federación Española, tras su reunión telemática del mismo viernes, decidiera darse de plazo como máximo hasta el 30 de abril para tomar una medida definitiva al respecto. "Esta decisión viene motivada para que se puedan utilizar los recursos humanos de los que disponen los clubes en la ayuda de la emergencia nacional, ayudando a nuestra sociedad, así como por respeto a todas las familias que están sufriendo las consecuencias derivadas de la pandemia de coronavirus COVID-19", reza el texto. 

En el mismo se asegura que la asociación "ha remitido diversos escritos" al ente federativo manifestando su "preocupación" por la "situación sanitaria y social" y solicitando "la suspensión de la competición". Hasta ahora, sin embargo, no había hecho pública su posición. AS pudo saber el martes, por boca del presidente de uno de los equipos de la liga, que los clubes representados se reunieron el lunes de forma telemática para acordar una posición común.

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No obstante, el sentir general transmitido fue el de que todas las opciones estaban abiertas, incluida por supuesto la cancelación. Esta última, según aseguró el mandatario contactado, debía tenerse en cuenta toda vez que los clubes enfrentarían una situación muy difícil económicamente, sobre todo a la hora de mantener a sus jugadores extranjeros en plantilla, en el caso de que el desenlace del torneo liguero se prolongase demasiado. Ese motivo no aparece citado´en el comunicado como una de las causas de la decisión.

"Desde la ANCRDH consideramos que la propuesta de la Federación Española de Rugby se mantiene ajena a los problemas que la pandemia está generando en nuestra sociedad, tanto a nivel español como europeo, y no sigue el ejemplo de los estamentos reguladores del rugby de otros países, como es el caso de la RFU inglesa, la IRFU irlandesa y tantas otras, que han suspendido las actividades rugbísticas tal y como propone la asociación". Lo cierto es que las citadas federaciones, y varias más, han suspendido la actividad de sus principales competiciones domésticas, pero ni Premiership, ni Top-14 ni Pro 14, las tres ligas europeas de referencia, han cancelado definitivamente sus temporadas, aunque la última sí lo ha hecho con su final, pevista en Cardiff el próximo junio. En algunos casos la suspensión ha sido indefinida y en otra tiene plazos marcados. World Rugby, la Federación Internacional, tampoco ha cancelado ninguna competición más allá del Mundial sub-20 masculino que se iba a disputar en Italia entre junio y julio, por razones obvias. 

Ahora se espera una reacción de la FER para este sábado. Este episodio es el último de un conflicto que viene de lejos y que tuvo su último capítulo al comienzo de esta temporada, cuando el pulso entre algunos clubes y el ente federativo por la distribución de patrocinios en los terrenos de juego derivó en la retirada de Heineken como espónsor principal de la División de Honor, así como en la cancelación de las retransmisiones vía TVE. Y todo con elecciones a la vista, aunque estas hayan quedado en suspenso por orden del Consejo Superior de Deportes, que en un informe remitido a las federaciones decretó la interrupción de los plazos de los procedimientos electorales en curso hasta que se recupere la normalidad.