Sólo el 17% de los directivos es femenino

El aumento de la representación femenina en los directivos de las grandes federaciones deportivas sigue a ritmo lento. Algunos enfrentan el asunto con más rapidez y eficacia, otros mantienen una distribución de los cargos casi exclusivamente masculina y parecen carecer de un plan específico. Esta tendencia se refleja en el bajo porcentaje de mujeres, un 16,7%, en los comités ejecutivos y consejos de 12 organizaciones.

El Consejo Internacional del Cricket es el que más contribuye a mantener ese número exiguo. En su comité ejecutivo hay sólo una mujer entre los 18 miembros y en todos los órganos de gobierno la presencia femenina roza el 25% en tres casos, según un estudio de The Telegraph. En ninguno de ellos la mujer está al mando. En cambio, el World Rugby decidió hacer frente al problema cuando se dio cuenta, hace tres años, que no había en sus comités ningún representante femenino. Hoy, en el board hay sólo uno, pero se ha permitido que cada país en el consejo pudiera añadir un miembro con la obligación de que fuera mujer. De 50 personas, 18 son mujeres, una de las tasas más altas.

Marisol Casado, única mujer española miembro del Comité Olímpico Internacional, se ha puesto como objetivo alcanzar un 30% de representatividad, aunque no siempre es fiable: "Hay veces que salen números donde se habla de un 47% de mujeres en lo comités. Ahí creo que yo esté contada cuatro veces. Es cierto que todavía no hay muchas mujeres y por eso hay que hacer el papel doble o triple. Pero lo más importante es que haya mujeres que lideran las comisiones", afirma.

Por ello, propone que la cuota del 30% de "representación del distinto género" forme parte de los estatutos de las organizaciones: "Ha habido mujeres que han rechazado ser consideradas 'mujeres cuotas', pero lo que se está haciendo es abrir un hueco para que puedan entrar", relata. Es una propuesta parecida a la de Val Ackerman, primera mujer en el board de la FIBA, que propone relacionar los recursos económicos con la representación femenina en las federaciones internacionales: "El progreso está ocurriendo lentamente. Cuando estuve en la FIBA en 2006, había cinco mujeres en el board, hoy hay seis. Sólo una mujer más en 14 años. Las investigaciones han demostrado que unas comisiones variegadas están mejor preparadas para alcanzar el éxito", zanja.

Los efectos de los nuevos estatutos se verán a largo plazo, según prevé Casado. Ambas, ella y Ackerman, se declaran optimistas sobre el futuro, pero la sensación es que se haya perdido demasiado tiempo.