"Las deportistas árabes han dejado de ser invisibles"
Las mujeres deportistas deben mucho a la atleta marroquí. Primera campeona olímpica árabe, en Los Ángeles 1984, y ‘predicadora’ en pos de la igualdad.
Nawal El Moutawakel (Casablanca, Marruecos, 54 años) abrió una puerta a la mujer cuando se convirtió en la primera árabe y africana en ganar un oro olímpico (400 vallas, Los Ángeles 1984). Su lucha ha seguido en los despachos, como miembro del Comité Olímpico Internacional. Atendió a AS en Berlín, durante los premios Laureus.
- En 54 segundos, su vida cambió en Los Ángeles y abrió puertas para otras mujeres.
- Sí, 1984 supuso el inicio de una nueva experiencia en mi vida. Llevaba practicando atletismo unos cuantos años antes y me había dado cuenta de que tenía capacidad para batir a las atletas del Este o a las estadounidenses que eran más grandes, más fuertes y más experimentadas. Cuando comencé a mejorar, me dije 'Este es mi momento'. Fue una cuestión de creer en mí, de autoconvencerme y tener confianza. Los 400 vallas son un espejo de la vida, me enseñaron a ser más fuerte, a romper los límites, tirar las barreras y muros. A encontrar la excelencia.
- Usted podría haber disfrutado de ese éxito de manera individual, pero decidió luchar en los despachos en vez de en la pista. ¿Por qué?
- Porque entonces, en el equipo de Marruecos, yo era la única mujer. No había periodistas, entrenadoras, doctoras... Y en mi país, como casi en el resto del mundo, hay un 50% de hombres y un 50% de mujeres. ¿Por qué no contaban con ninguna de esas estupendas y poderosas mujeres? ¿Porque no tenían cualificación, porque no podían clasificarse? Me di cuenta de que mi misión era convertirme en una embajadora que diera voz a todas ellas en Marruecos, en África y en el mundo árabe, donde muchas no tienen la oportunidad de participar del deporte. Las Naciones Unidas han declarado que cualquier joven, hombre o mujer, tiene el derecho a disfrutar de la educación física. ¡Soy un poco como la madre Teresa! Voy por todo el mundo predicando la importancia que tiene el deporte para su cuerpo, su mente y su vida. ¡Te cambia completamente!
- ¿Y desde 1984 han cambiado mucho las cosas?
- (Sonríe). Sí. Mire, el barón Pierre de Coubertin, fundador del movimiento olímpico, decía a principios del siglo XX que el sitio de las mujeres no estaba en el deporte, porque era antiestético, inapropiado e inaceptable. Y hoy está en marcha una revolución que ha permitido competir a la mujer en cualquier deporte, incluso en Marruecos tenemos a varias que ya no solo luchan por clasificarse, sino por ganar. Muchas han disputado finales e incluso Hasna Benhassi ganó una plata y un bronce olímpicos (en 2004 y 2008 en 800). Hasta hace no mucho, esto era imposible.
- ¿El deporte sigue siendo un mundo de hombres?
- Desafortunadamente, en términos de dirección, de poder, hay una gran carencia de mujeres en los niveles altos, en federaciones internacionales o nacionales. Miren el caso de España, por ejemplo (sólo hay tres presidentas). Espero, y creo que será así, que el deporte del futuro sea más femenino. El Comité Olímpico Internacional está trabajando muy duro para que así sea. En Londres 2012, por primera vez, todos los países compitieron con al menos una mujer, bajo pena de ser excluidos. Qatar, Arabia Saudí y Brunéi fueron los últimos. Y la última federación internacional en incluir competición de mujeres fue boxeo, en 2012. Las mujeres existen ya en todos los deportes. Las cosas están cambiando, ya somos estéticas, apropiadas y aceptables. Es totalmente diferente. En Tokio 2020 estaremos muy cerca de la paridad.
- En los Juegos de Tokio habrá casi el mismo número de hombres que de mujeres. Pero sólo hay dos presidentas de federaciones internacionales. El éxito femenino no se está trasladando a los despachos. El porcentaje de mujeres en el COI tampoco es alto, en torno al 25%. ¿Por qué?
- Porque la base es pequeña. Debe crecer el número de mujeres en los clubes, en los organismos nacionales y después en los internacionales. Sin una base amplia es difícil. Comenzamos muy temprano a competir y luego, en general, no queremos perder tiempo luchando en los despachos, peleando en asambleas, dando conferencias de prensa... Es la realidad. El COI está intentando que la mujer entre en esas otras facetas, porque si hay buenas deportistas, debe haber también buenas entrenadoras o dirigentes. Cuando seamos más, quizá consigamos que cuando se abra el periódico no sólo se vean páginas de fútbol, rugby o boxeo de hombres y alguna línea al final sobre mujeres.
- ¿El siglo XXI es el siglo de la mujer?
- Eso espero. Al principio, en las conferencias sobre mujer y deporte comenzamos exigiendo un 10% de representación, y de ahí hemos pasado al 20%, al 30%... pero es difícil si la mujer no se anima a participar, si la base no es amplia.
- En los países occidentales, la diferencia es menor entre hombres y mujeres. Pero en el mundo árabe es grande. ¿Es algo cultural? ¿Cómo se puede cambiar la mentalidad?
- Hay más apertura que en el pasado. Ahora, hay deportistas de Arabia Saudí, Qatar, de los Emiratos... Cada vez pueden prepararse mejor. Están dejando de ser invisibles. Y la ventana de los Juegos es fundamental. Mire mi caso, nadie esperaba que Marruecos fuese a tener una campeona olímpica en 1984. Yo era marroquí y musulmana. Y pude competir previamente frente a tunecinas, argelinas... El mundo occidental descubrió que la mujer árabe también podía estar a un alto nivel. Pero para mí era algo normal en esa época. A veces hay muchas ideas preconcebidas en occidente.
- ¿Ve positivo que se celebren competiciones deportivas como el Dakar o la Supercopa de España de fútbol en países como Arabia Saudí donde la mujer tiene muy pocos derechos?
- Arabia tiene un nuevo líder y están progresando. La mujer ya puede votar, conducir y también hacer deporte. En Londres 2012 tuvieron dos deportistas, dos valientes. Una de ellas Sarah Attar en judo y también la atleta Wodjan Ali Seraj. Para mí fueron campeonas aunque no ganasen. Como decía Nelson Mandela, el camino hacia la gloria es largo. Poco a poco, vamos ganando el futuro.
- El COI ha realizado unas recomendaciones sobre igualdad. ¿Cómo están funcionando?
- Su compatriota Marisol Casado (presidenta de la Federación Internacional de Triatlón) ha realizado una excelente labor en la comisión. Ahora estamos tratando de acelerar los tiempos para conseguir la igualdad en cuanto a premios, equipación, entrenamiento, horas de emisión en las televisiones... Toda discriminación debe ser perseguida. Cuando yo competía, los hombres recibían cientos de dólares y yo me tenía que conformar con diez. Esto ha cambiado. Los gobiernos han entendido que somos iguales. En Marruecos ya es así. El empoderamiento femenino es la única vía para lograr una sociedad mejor.