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MUJER Y DEPORTE

"He recorrido medio mundo y he visto solo a otras dos ojeadoras"

Andrea C. Orts trabaja en la secretaría técnica del Espanyol. La única 'scouter’ de LaLiga anhela "normalizar que a una chica le guste ir a ver un Groningen-Heerenveen".

"He recorrido medio mundo y he visto solo a otras dos ojeadoras"
RODOLFO MOLINADIARIO AS

Se encoge de hombros y esboza un "buff, imposible saberlo, pero muchísimos" cuando a Andrea C. Orts se le plantea cuántos partidos puede llegar a ver en un año. Es la vida de la ojeadora, 'scouter' para los iniciados, como lo es la única profesional que desarrolla esta labor en LaLiga. Y más allá.

"He recorrido medio mundo y solo he visto a otras dos ojeadoras, Helena Costa del Eintracht de Frankfurt y Mariela Nisotaki, que trabaja en el Norwich City", enumera Andrea, quien trabaja desde 2017 en el Espanyol. Su especialidad es el fútbol sudamericano. "Me centro sobre todo en Argentina, Uruguay, que es de los que más partido puede sacar el club, y Brasil. Y también me toca seguir fútbol europeo", puntualiza.

Su principal misión consiste en avanzarse, encontrar a futbolistas que jueguen en equipos de nivel medio y tenerlos controlados, para que pasen el siguiente de los muchos filtros en la secretaría técnica y la entidad, antes de que se entrometan River Plate o Boca Juniors y los encarezcan. Así fue como recaló en el Espanyol el 'Monito' Vargas procedente de Vélez Sarsfield, "uno de los clubes más europeizados de Argentina".

A cualquier país, por remoto que sea, viaja en solitario Andrea, quien de todos modos se siente "siempre acompañada, si no es por gente de los clubes es por agentes". Y asegura que ha tenido más contratiempos por su edad (25 años) que por su condición de mujer. "En un estadio me confundieron con la hija de un compañero", indica.

Sin embargo, no tuvo que ir demasiado lejos para sufrir el machismo de un representante que, en las oficinas del Espanyol, le pidió que le llamara un taxi. U otro que le preguntó si se dedicaba a seguir el fútbol femenino. "Ni femenino ni femenino, miro fútbol", contestó.

Aunque la paridad es lejana, Andrea tiene claro que se acercará si se "normaliza que a una chica le guste ir a ver un Groningen-Heerenveen".

Estudió periodismo como camino para dedicarse al fútbol

"Tenía muy claro que me quería dedicar a algo relacionado con el fútbol", confiesa Andrea C. Orts. Y prosigue: "Como jugando era un poco pecho frío, que dicen en Sudamérica, pensé que lo que más me acercaría sería estudiar periodismo". A raíz de sus prácticas en TV3 pasó a realizar ya piezas semanales en el programa 'Futbol Int' y colaboró en la web de Áxel Torres y Toni Padilla, o en el 'Play Fútbol' de Bruno Alemany en la SER. Hasta que la llamó el Espanyol.

UN DESCANSO PARA... VER AL ESPANYOL

Si millones de personas desconectan del trabajo a través del fútbol, ¿cómo desactiva su mente alguien que se dedica profesionalmente a ello? Sencillamente, no desconecta. "El fútbol es infinito, no se acaba nunca", argumenta no con pesar, sino con ilusión por emplearse en lo que le apasiona, Andrea C. Orts. Su jornada diaria en la Ciudad Deportiva Dani Jarque suele empezar alrededor de las diez y concluir sobre las siete. Acostumbra a ver dos partidos, con sus respectivos informes. Pero no solo mira fútbol sudamericano. Entre los cinco integrantes de la secretaría técnica también se reparten encuentros destacados de las Ligas europeas. "Y después, en casa, sigo viendo partidos por mi cuenta", confiesa. Tampoco se detiene los fines de semana. En un mes normal de competición, uno lo dedica Andrea a viajar por España, otro por Europa, un tercero en casa para ver al fútbol base del Espanyol (concretamente, filial y los dos juveniles) y el cuarto descansa. ¿Seguro? "Bueno, ese fin de semana al mes que libro me lo organizo para que coincida con un partido del Espanyol fuera, y así lo voy a ver", admite. Y, aunque ver tanto fútbol lejos de saturarla le motiva, reconoce Andrea que en una ocasión, durante la Copa Ipiringa (de equipos Sub-20, en Porto Alegre, Brasil), "llevaba cuatro partidos al día durante toda una semana y el último día ya veía a todos los jugadores iguales". Más allá de la anécdota aislada, tiene claro que "es impresionante conocer culturas a través del fútbol". Un genuino modo de vida.