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PÁDEL

El amor caduca muy pronto en el Circuito masculino de WPT

Cuatro de las cinco primeras parejas son nuevas esta temporada, y de las ocho mejores en Marbella sólo dos llevan dos temporadas juntas

Juan Lebrón y Paquito Navarro, durante un partido del World Pádel Tour.
World Padel Tour

El 2019 fue un curso revolucionario en el pádel masculino mundial, tanto en las pistas como en los despachos. Por primera vez en la historia una pareja española dominó el ranking (Lebrón-Navarro), y por primera vez los tres primeros del mundo individualmente eran españoles (Galán, el tercero). Nunca antes había pasado. Y dentro, en las entrañas del Circuito, el WPT sufría reveses que se atemperaban gracias a la marcha deportiva, porque la suspensión de la prueba de Londres o la retirada de Granada de otro modo hubiesen sido grandes lunares es su excelente organización externa, aunque eso no ha sido obstáculo para que imponga implacable su dureza con los jugadores que en 2018 coquetearon con Montecarlo, que han sufrido sanciones de un 10 por ciento en sus premios: Navarro y Lebrón, por ejemplo, los animadores del curso, han perdido cerca de 20.000 euros; y nadie ha tenido bonificación alguna por sus expectativas de jugar en Londres, prueba programada y suspendida.

Todo eso pasó en un 2019 muy movido que trae un 2020 ya revolucionado de entrada, tanto por la novedad del saque como por los cambios de pareja, demostrándose que el amor caduca muy pronto en un deporte individua que se juega de dos contra dos. Nunca había pasado en las dos últimas décadas unos cambios tan drásticos en los primeros del ranking: han roto las tres parejas que acabaron en los puestos de honor, y con los intercambios entre ellos ofrecen ahora cuatro nuevas duplas al frente de la clasificación previa en el Torneo de Marbella que arranca este 29 de febrero y hasta el ocho de marzo: Lebrón-Galán, Lima-Navarro, Sanyo-Stupaczuk, Mati-Maxi son ahora los cuatro cabezas de serie. La quinta pareja, Belasteguín-Tapia, sólo lleva media temporada junta, mientras que Botello-Ruiz y Chingotto-Tello, sexta y séptima, han jugado los dos últimos años juntos por los menos. Y la octava, Mieres-Garrido, también es nueva.

Los número uno rompieron porque Navarro consideró que “en los malos momentos la dupla no era competitiva”, la dos porque Sanyo entiende que “había que darle más alicientes al juego tras dos años con Maxi”, la tres porque “Lima decidió romper”, asegura Galán, y esa vorágine acabó por destrozar al tándem Mati-Stupazcuk.

Respecto al saque, se instaura el punto de oro. Es decir, cada jugador tendrá un máximo de siete puntos con su saque, no como hasta ahora que era ilimitados desde un mínimo de cuatro. Del cuarenta iguales (tres puntos conseguidos por cada pareja) se pasa al punto de juego, que tiene otra novedad: es el restador el que elige, con lo cual no se acaba por el drive obligatoriamente siguiendo la dinámica derecha e izquierda. Este apartado del juego ya se contemplaba en el reglamento de la Federación Internacional desde 2017, y este año se instaura en el WPT.