La revolución tecnológica para los Juegos de Tokio 2020: del 8K al seguimiento 3D DAT

Los Juegos Olímpicos, además de redescubrir cada cuatro años los límites del ser humano, siempre han añadido al legado deportivo grandes impulsos tecnológicos. Tokio, que en 1964 fue pionero con los denominados Juegos en color, los primeros de la historia, quiere seguir en cabeza. Prepara una auténtica revolución para la cita veraniega.

Serán los Juegos de la resolución 8K o la ultra alta resolución y habrá una apuesta decidida por la experiencia inmersiva. La realidad virtual será así una opción para las ceremonias de inauguración y clasura así como para disciplinas como la gimnasia, el boxeo y el voley playa.

Los gráficos 3D de Intel.

Además Intel ha confirmado que apostará por el seguimiento en tres dimensiones de los atletas (3D Athlete Tracking o 3D DAT) a partir de cuatro cámaras que captarán todos sus movimientos. La información se procesará y permitirá la incorporación de gráficos y datos en pantalla que enriquecerán la visualización. Las repeticiones en las pruebas de velocidad, por ejemplo, resultarán así mucho más visuales al incorporar en capas superpuestas la velocidad de cada atleta, su progresión en función del resto y más información complementaria.

Los Juegos Olímpicos de invierno de 2018 celebrados en PyeongChang supusieron la prueba de fuego para la revolución tecnológica que se avecina, especialmente la relacionada con la realidad virtual.

Tokio contará además con reconocimiento facial (NeoFace) para identificar a más de trescientas mil personas, incluyendo deportistas, voluntarios y periodistas y agilizar las entrada y salidas. Habrá también conectividad 5G y se celebrará el primer torneo de esports con respaldo del COI. Todo para hacer de estos Juegos los más innovadores de la historia.