El Logroño derrota a un Cuenca agotado en la segunda mitad
Los 12 goles de Dutra fueron insuficientes para los conquenses que en la primera mitad fueron más peligrosos
El Logroño La Rioja ha sumado este martes un importante triunfo, por 31-28, sobre el Liberbank Cuenca, en un choque con mucha tensión y velocidad, pero con poca defensa por parte de los dos conjuntos. El Logroño ha ganado el partido por calidad de ataque y por tener más recursos en la recta final, pero sus dudas defensivas le han hecho sufrir mucho y verse en muchos momentos contra las cuerdas.
El Liberbank Cuenca, por su parte, ha mantenido el partido casi siempre equilibrado, pero no ha sabido imponer su estilo y, pese a hacer un esfuerzo notable, al final se ha visto limitado por su excesiva dependencia en ataque de Leonardo Dutra, que ha marcado 12 goles, casi la mitad de todo su equipo.
El Logroño tuvo un apoyo en Sergey Hernández en la portería, que con sus 8 paradas en ese primer periodo evitó que el Cuenca diera un disgusto a su equipo antes del descanso. En vez de eso, el choque discurrió por una sucesión de empates y de ventajas mínimas, primero del Logroño y luego del Cuenca, para alcanzar el intermedio con una igualada a 16 goles.
El Logroño comprendió en el vestuario que podía ganar el partido desde la defensa y si conseguía mantener el ritmo alto de partido. Pero enfrente se encontró a un rival que, pese a no mejorar atrás, seguía con Leonardo Dutra muy efectivo y que por momentos imponía un ritmo más pausado en el partido, lo que más le interesaba.
Poco a poco empezó a verse a un Logroño nervioso, consciente de que el partido no se desarrollaba a su gusto y de que el Cuenca tiene jugadores más expertos para manejar esas situaciones.
Sin embargo, la defensa riojana tuvo la efectividad suficiente para que los riojanos se colocaran con dos goles de ventaja (27-25) cuando restaban seis minutos por jugar. Todo un tesoro en un partido como este. A ello se sumó una pérdida de balón absurda del Cuenca, justo en el peor momento, que deparó el 28-26 a tres minutos y medio. Ahí terminó todo, porque el Cuenca ya no encontró a Leonardo Dutra, cansado y mejor defendido, y tampoco mostró recursos para intentar remontar.