La prepotencia estadounidense altera a las estrellas europeas
Un exjugador de fútbol americano declara que podría formar un equipo y Estados Unidos sería campeón.
En los Juegos Olímpicos de Tokio no estará la selección masculina (tampoco la femenina) de Estados Unidos. Eso no es noticia. La última vez que los estadounidenses estuvieron en los Juegos fue en Atlanta (1996),clasificados como organizadores, y quedaron en novena posición. Su calidad no les alcanza para estar en una criba de doce equipos nacionales. Tampoco van a los Mundiales, y de hecho en lo que va de siglo sólo han jugado uno, el de 2001, con el puesto 24, y con un grupo de jugadores en el que ninguno llegó a profesional. Sin embargo, la historia no asusta a Jay Cutler, un exjugador de fútbol americano,con once temporadas de profesional en Denver y Chicago como quarterback, que en una entrevista televisada llegó a decir que "Estados Unidos puede formar una selección con exjugadores de fútbol para ganar la medalla de oro en balonmano", y su excompañero Domonique Foxworth sería otro de los jugadores.
"He estudiado ese deporte, que es como el fútbol pero con la mano, y en todos los equipos hay un viejo en la portería que tiene que lanzarse a por el balón", resumía Cutler, para quien el balonmano no tendría mérito.
Sus palabras han tenido un eco en Europa que ha alterado a muchos jugadores de alto nivel. Nikola Karabatic, por ejemplo, le invitó a que les ganasen. No se trata de arrojar un guante a la cara, pero casi. Y además del francés, alemanes, daneses y otros nórdicos se han sentido ofendidos.
¿Pero tiene alguna razón Cutler? "No",.asegura isidodo Martínez (exAdemar y entrenador de la base de las selecciones españoles), que fue preparador de Estados Unidos. "Allí pueden tener mucha calidad física, pero sólo es una parte de juego, y muchas veces no es la más importante. Hay otros conocimientos que condicionan el juego, y ellos, a día de hoy, ni los tienen ni en un futuro próximo van a poder competir con los mejores".
En Estados Unidos no conocen el balonmano. Martínez recuerda que en la selección con la que trabajó había algunos europeos que sí sabían jugar, "croatas, serbios, y el resto chicos de otros deportes".