Pepe Legrá: una vida de cine recogida en un libro

En la playa de Baracoa (Cuba) y contra otros niños de la localidad, así se inició en el boxeo José Legrá (76 años). Él idealizaba a los grandes boxeadores cubanos de la época (Kid Chocolate y Kid Gavilán), pero sobre todo hacía esos combates para “conseguir la comida y monedas (que lanzaban al mar) que los turistas estadounidenses le daban al ganador”, recuerda. Años más tarde, en 1959, abandonó su país para afincarse en España.

En ese momento, Legrá, que antes había entrenado algunos meses en Miami en el mismo gimnasio que Muhammad Ali, se ponía a las órdenes de Kid Tunero. Ganaría dos Campeonatos del Mundo CMB del peso pluma (1968 y 1972) y siete de Europa (1967, 1970, 1971, 1972), rompiendo con el primero una sequía de 33 años en el boxeo español. Abrió la edad de oro en el noble arte de nuestro país.

Como boxeador fue clave y su legado se recoge en el libro ‘Arte en el cuadrilátero’ de Benjamín Hernández, el cual se presentó ayer en la sede de Sasegur en Navalcarnero (en la que hay un museo en honor al púgil cubano). El dueño de la empresa de seguridad, y alma mater de la obra, Jesús Capote, fue sparring de Legrá en su juventud. “Con 17 años me enseñaste a usar mi defensa y eso ha hecho que hoy esté aquí. Por eso quería que tuvieses este homenaje”, apuntó en el acto. “Legrá era increíble. Cuando lo veías entrenar en la ‘pera’ lo que observabas era una nebulosa”, aseguró Alfredo Relaño, autor del prólogo (Jesús Álvarez escribió el epílogo).

Además de reconocer su carrera, la Federación Española de Boxeo, le regaló un Campeonato de España ya que “era de justicia”. “Cuando se nacionalizó era tarde y nunca lo disputó, pero para todos lo es”, aseguró Felipe Martínez, su presidente. El ‘Puma de Baracoa’ cerró el acto con la sencillez que lo caracteriza: “En la vida hay momentos que no tienen explicación. Éste es uno de ellos”.