Budapest, la madre de la natación europea desde 1926

Budapest vivirá un 2020 acuático, con la celebración del Europeo de waterpolo (12 al 26 de enero) y el de natación, sincronizada, saltos y aguas abiertas (11 al 24 de mayo) justo tres años después de haber albergado los Mundiales. De hecho, en 2027 volverá a ser la sede de la competición internacional y desde la creación de los Europeos en 1926 ya ha organizado cinco, tres en los últimos 14 años (2006,2010 y 2020).

No es de extrañar esta predisposición de la Liga Europea de Natación (LEN) y de la Federación Internacional de Natación (FINA) por una ciudad que reúne todos los condicionantes para que surjan exitosos campeonatos: instalaciones inmejorables, ciudad acogedora y con un ambiente en los estadios único, pues deportes como el waterpolo son el emblema nacional (junta al balonmano) y deportistas como la nadadora Katinka Hosszu, su mejor embajadora. La piscina de la isla Margarita es un pozo de historia, el Maracaná del waterpolo.

Al margen de esta atmósfera ideal, a Budapest le acompaña la mística. Fue allí, en la ciudad del Danubio, donde se creó la LEN en 1926 y se disputó el primer Europeo en agosto. Meses antes, representantes de ocho países (Finlandia, Suecia, Alemania, Suiza, Paises Bajos, Noruega, Dinamarca y Polonia) se reunieron en Budapest para dar forma a esta entidad privada cuyo presidente fue el sueco Erik Bergvall. Se aprobó la celebración del primer campeonato que duraría cinco días (18 al 22).

Hungría se convirtió en el primer campeón europeo de waterpolo mientras que Alemania se impuso en el medallero sobresaliendo en las pocas pruebas que se nadaron en natación. España solo llevó un reducido grupo de nadadores que obtuvieron dos finales. Josep Francesch fue séptimo en los 200 braza y el relevo 4x200 libre fue sexto, formado por los catalanes Josep González, Ricard Brull, Ramon Artigas, y Salvador Parès.