España debuta con un triunfo cómodo guiado por Anni Espar
Las de Miki Oca ganaron por 6-15 con tres notables primeros cuartos en defensa y una gran actuación de Anni Espar, máxima goleadora con cuatro goles.
El espectacular Duna Arena, la piscina que albergó el Mundial de Natación de 2017 celebrado en Budapest, acogió con alborozo el estreno del Europeo de waterpolo, el deporte rey junto al balonmano en un país puntero al lanzarse a una piscina. Bajo un decorado mágico, la Selección femenina se adjudicó su primera victoria. Cómoda, como era previsible, ante la débil Francia, siempre dos escalones por debajo que las de Miki Oca (6-15).
El seleccionador encontró el debut perfecto para que todas las jugadoras pudieran tener sus minutos, incluso la portera titular Laura Ester, la mejor de 2019 para la LEN, solamente participó en el primer parcial. Un periodo en el que las guerreras ya lograron una ventaja de dos goles. Anni Espar, Paula Leitón y Judith Forca simplificaron en apenas ocho minutos las virtudes de un equipo completo en ataque: contraataque, superioridad en la boya y preciso lanzamiento desde el arco.
España maniató a las francesas en el segundo parcial, en el que no lograron marcar en la meta de María Elena. Bea Ortiz disparó su cañón para hacer el 1-4, mientras Leión y Anni Espar, de penalti, seguían ampliando la diferencia hasta 1-6. El partido de Anni fue perfecto, con un acierto del cien por cien en sus lanzamientos. Sonría la barcelonesa en la piscina, se mantenía serio y exigente Miki Oca en el banquillo.
Del 1-6 se pasó al 2-10 en el tercer parcial, con goles de Clara Espar, Bea Ortiz y de nuevo otros dos de la mayor de las hermanas, que el pasado 8 de enero alcanzó los 27 años. Ya en el último periodo, con el encuentro resuelto, Francia maquilló el resultado mostrándose más acertada en ataque, con una España algo más relajada. Surgió Maica García, quien pudo también disponer de minutos, para marcar uno de sus goles característicos desde la boya. El toma y daca deparó un 6-15 con un 46% de acierto español en ataque. Una manera ideal de abrir boca en el Europeo de Budapest que ya vive la fiebre por el balón amarillo.