Chávez Jr., entre dudas a "la pelea más importante de su vida"
Julio César Chávez Jr. se enfrenta este viernes a Daniel Jacobs. Ha entrenado con Freddie Roach, pero genera dudas por saltarse un control y por su rendimiento.
Ser hijo de Julio César Chávez siempre ha sido una losa para Junior (51-3-1, 33 KO). El primogénito de la leyenda mexicana, de 33 años, ha tenido múltiples problemas por la presión que eso supone y desde su derrota contra Sergio 'Maravilla' Martínez en 2012, cuando perdió el Mundial WBC del peso medio, no ha logrado reconducir su carrera hasta las cotas que se esperaban. Su último gran pleito fue en mayo de 2017, cuando Canelo Álvarez le barrió. Desde ese momento sus problemas se multiplicaron y aunque se rumoreó una revancha contra el argentino el pasado verano no fue hasta agosto de 2019 cuando regresó al cuadrilátero. Mas de dos años ausente y un estado físico preocupante, subió muy pasado de peso, le sirvieron para ganar a un rival que poca oposición puso.
"No lo elegí, fue una oportunidad que se me presentó", reveló Chávez Jr. al hablar del "combate más importante de su vida". Este viernes se encierra en las 16 cuerdas con Daniel Jacobs (35-3, 29 KO), quien es muy superior en las apuestas. El mexicano sabe que se lo juega todo. Si da una buena imagen, aunque pierda, podrá pensar en un futuro... si pierde con contundencia, estará diciendo adiós. La presión es clara, pero no es algo nuevo para él. Las dudas, tampoco. "Freddie Roach ha sido muy duro conmigo y eso me gusta porque con mi reputación ya no puedes saber si hoy estoy bien o si mañana lo estaré. Durante dos meses iba al gimnasio y no sabía lo que me iba a encontrar. Él tiene la confianza de que puedo ganar", apuntó en la previa en ESPN.
Los interrogantes sobre su estado físico son lógicos, también los que apuntan al uso de drogas. Chávez Jr. afirma que está limpio. "Los problemas que he tenido son fugas, han sido distracciones para no enfocarme en lo que es lo mío, el boxeo. Por flojo, indisciplinado, uso esa sustancia para evadir la realidad. Ya no tengo esa convicción. Quiero ser el mejor del mundo", ha declarado. Pese a ello, tras no realizar una prueba antidopaje el 24 de octubre. Fue sancionado por el Estado de Nevada, en el que en un principio se iba a realizar el pleito, hasta este 18 de diciembre, justo dos días antes de la pelea, que finalmente será en Arizona. El 'Hijo de la Leyenda' se lo juega todo en el Talking Stick Resort Arena (Phoenix). Las dudas le ahogan, es el momento que las despeje si quiere seguir en el boxeo.