Bungei: "Me bebía un litro de vodka al día y mis hijos se asustaban cuando conducía"
El keniano Wilfred Bungei, campeón olímpico en 800 en Pekín 2008, explica el oscuro periodo de alcoholismo que atravesó tras su retirada.
Campeón olímpico en Pekín 2008, segundo en los Mundiales de Edmonton de 2001, campeón mundial bajo techo en Rusia en 2006... Wilfred Bungei fue un sólido especialista en 800 metros durante la primera década del siglo. Nacido en Kenia en 1980, acumuló triunfos en todos los grandes escaparates del atletismo, pero tras su retirada, en 2010, cayó en un oscuro pozo del que le ha costado años y disgustos salir: el del alcohol.
"No celebro el día de mi cumpleaños, pero sí celebro el día en el que dejé de beber", asegura en una entrevista con BBC Sports Africa. "Me hace sentir ogulloso. Me hace sentir que tengo el control de mi vida de nuevo", añade.
Bungei tocó fondo el día que nació su tercer hijo. Se había perdido ya el parto de los dos anteriores por compromisos profesionales, pero esta vez estaba disponible. Se autoconvenció, sin embargo, de que un trago de Vodka le ayudaría a gestionar mejor la situación que iba a presenciar. Terminó bebiéndose un litro. "No sé lo que pasó, lo único que sé es que acabé en una zanja. La gente pensó que me había muerto", cuenta.
Ese fue el episodio más grave de una larga lista de comportamientos erráticos que llegaron a generar miedo a él en sus hijos: "Cada vez que me bebía una botella o dos no querían subir al coche conmigo y eso me afectó". En 2012, tras dos años en los se bebía "un litro de vodka al día", en los que llegó a sentir "alucinaciones y oscuridad" y necesitaba ayuda, entre otras cosas, para dormir, decidió entrar en rehabilitación. Seis semanas después estaba limpio y no ha vuelto a beber un trago de alcohol desde entonces.
Bungei achaca el episodio a la dificultad para manejar el tiempo libre una vez retirado: "Cuando era atleta, tenía unos 20 días de vacaciones al año y eso duró unos 13 o 14 años. Así que cuando me retiré, no tenía mucho que hacer". No es el único que ha entrado en esa espiral destructiva. En Kenia, según apunta la información de la BBC, se empieza a hablar de ciertos problemas de alcoholismo en algunos sectores de su potente equipo de atletismo. En 2011 Sammy Wanjiru, el primer keniano en ganar un oro olímpico en maratón (2008) para el país africano, cayó al vacío desde el balcón de su casa en Nyahururu. La autopsia reveló que su organismo albergaba importantes cantidades de alcohol en el momento de la caída.