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BALONMANO | MUNDIAL FEMENINO

Las Guerreras, al Preolímpico

Una enorme Ainhoa Hernández en el pivote ayudó a batir a Japón. El pase al Preolímpico está asegurado y las semifinales se acercan más.

Actualizado a
Alicia Fernández lanza a portería durante el partido entre Japón y España del Mundial de Balonmano Femenino.
CHARLY TRIBALLEAUAFP

Si la frase no estuviese ya patentada por Belauste, futbolista vasco inmenso y fuerte, sería de Ainhoa Hernández, porque ante Japón les debió decir a sus compañeros algo parecido: pelota a la vizcaina en los seis metros, y gol o penalti. La pivote arrolló a las niponas, y aunque sea por poco con el 33-31 (17-13) cumple el objetivo con el que viajó al Mundial: una plaza para el Preolímpico, con un salto cualitativo importante entre el duodécimo puesto del Europeo a, como poco, sexto en el Mundial. Ahora la meta es aún más grande: estar en las semifinales. Si, a continuación, Suecia no gana a Rumanía, estaría conseguido. 

Que se iba a sufrir se sabía, pero que se hiciese de esa manera, no. Se esperaba a Japòn con un estilo de juego diferente en ataque, y lo hizo, y se controló bien por momentos, pero en este encuentro, como ante Suecia, pasaron cosas que llaman la atención por más que se haya cumplido el objetivo con éxito: si las suecas remontaron nueve tantos en 18 minutos, las niponas le superaron la renta de cinco goles a las Guerreras en ocho, en la segunda parte. Alguna aportación debe llegar desde el banquillo ante de pedir un tiempo muerto cuando todo está en tablas, quizá.

Viver planteó un ataque distinto, con dos pivotes y sin extremo izquierdo. Y como Lara González estaba indispuesta, concentró el juego casi sin el relevo ataque y defensa. Japón, por su pare arriesgó a actuar en ataque con siete de pista, aunque lo fue alternando, para sacar superioridades, sobre todo por la izquierdam donde más agua hacia España. Con esa tónica el encuentro se mantuvo en un tú a tú constante, sin diferencias hasta los cinco últimos minutos cuando una inferioridad española catapultó al equipo, que se fue al descanso con cuatro de renta gracias a un penalti parado por Darly (17-13).

Lo que pasó en el inicio de la segunda parte fue...que España se puso con cinco de renta e incio una serie de pérdidas de balón intolerables para estar en la élite. Malos pases, manos blandas, indecisiones...Y cada regalo era un gol al contragolpe, con remontada de Japón, comprometiendo los sueños de las Guerreras que salieron a flote de ese caos con alguna acción de fortuna, y con una inconmensurable Ainhoa, a la que luego se unió Alicia Fernández para completar con éxito un partido pese a encajar 31 tantos 18 en a segunda mitad, ante un rival sin lanzamiento desde lo nueve metros y que fía sus posibilidades a llevar a los seis metros con ventaja.