Andy Ruiz-Anthony Joshua, la revancha de los excesos pero sin chicas en el ring

Todo está preparado para el gran 'combate de las dunas'. La gran revancha por el título de los pesos pesados ha viajado hasta Riad, la capital de Arabia Saudí. Se trata de una revancha que ha despertado una máxima expectación después de que el estadounidense hijo de mexicano, Andy Ruiz, le despojara del título mundial al británico Anthony Joshua, que hasta entonces había permanecido invicto en 22 peleas, de las cuales 21 había ganado por KO.

Esto sucedía el 1 de junio en el Madison Square Garden de Nueva York. Seis meses después tiene lugar la gran revancha de los excesos. Empezando por el enclave del evento, el Deriyah Arena, un estadio con capacidad para 15.000 personas que se ha construido en tan solo 45 días y que será desmontado un mes después.

El combate entre Andy Ruiz y Anthony Joshua entra a formar parte de la Saudí Season dentro del mayor programa cultural y de ocio del país, pensado para mostrar al mundo una imagen positiva y atractiva de Arabia Saudí. Las bolsas millonarias que percibirán ambos púgiles forman parte de un espectáculo, centrado en los excesos. Andy Ruiz se embolsará 11 millones de euros por la pelea, mientras que Anthony Joshua percibirá 54 millones. Sin embargo, la pelea no contará con las tradicionales edecanes del boxeo, las mujeres que anuncian los rounds, debido a las costumbres de vestimentas femeninas del país.

Récord en el precio de las entradas

El lujo rodeará a todo lo relacionado con la pelea. El precio de las entradas más caras, una butaca junto al ring, costarán 12.000 euros, superando los 9.000 euros que costó la entrada más cara para ver en Las Vegas el combate entre el estadounidense Floyd Mayweather y el filipino Manny Pacquaio el 2 de mayo de 2015. La expectación creada alrededor del combate también ha disparado los precios de los alojamientos, entre 450 euros la noche de hotel más barata y los 720 la más cara.

Amnistía Internacional, en contra

Respecto a las críticas de Amnistía Internacional de que el evento era una forma de lavar la imagen del país, el promotor de Joshua, Eddie Hearn, cuestionó el derecho de las organizaciones de derechos humanos de criticar su decisión y la de su deportista y zanjó la polémica: "Esto es boxeo. Nadie tiene derecho a decirle a un luchador que no puede aprovechar una oportunidad en un deporte como éste. Todo país tiene problemas. Entendemos eso. Estamos interesados en el boxeo y en lo que esto puede hacer para el boxeo en todo el mundo".